Capítulo 2 | Entrevista

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Quackity había despertado de muy buen humor, motivado porque sería el día que iría a una entrevista de trabajo en una cafetería cerca del edificio al que se había mudado. Ya había trabajado en una antes por lo que, no sería tan difícil.
Con una gran sonrisa se acomodó la sudadera azul marino y ajustó los tirantes de su overol negro. Un beanie del mismo color que el overol mantenía su cabello rebelde en su lugar, no quería cortarlo, le gustaba bastante como estaba en ese momento.

Entró al elevador con los ánimos a tope, no se encontró con ningún vecino, pero si a Roma en la entrada regando las flores que decoraban la fachada.

-¡Buenos días Roma!- la mujer le devolvió la sonrisa amplia junto a un saludo animado con la mano.

-Buen día Pato, ¿te vas tan temprano?

-Tengo una entrevista de trabajo en el café cerca de aquí.- escondió las manos detrás de su espalda, sabía que todo en el resplandecia en ese momento, y estaba bien.

-¡Oh! conozco al dueño.- cortó una pequeña flor de tono blanco y la colocó en el bolsillo que adornaba el centro del pecho de Quackity.- Dile hola de mi parte y mucha suerte.

Las mejillas del pelinegro se tornaron rosadas y asintió con alegría.- Gracias Roma, le daré tus saludos.

Se despidió con la mano, llevaba una ligera sonrisa mientras miraba a su alrededor. No tenía que tomar bus para llegar, el café estaba literalmente a 3 cuadras de ahí así que para él disfrutar del ambiente era un premio. Sus botas de combate empujaban de vez en cuando las rocas regadas en la banqueta, esperaba llevar buena presentación.
Sumido en sus pensamientos no se dio cuenta que frente a él había un chico que charlaba animado con otros dos más. Su cuerpo chocó contra el otro, lo que le obligó a caer hacia atrás al suelo.

-¡Mierda! lo siento, ¿estás bien?- una dulce voz, chillona pero no lo suficiente para ser desagradable.

-Yo debería ser el que se disculpe.- rió acomodando el gorro que le había cubierto los ojos. Un ángel. No, un precioso chico de cabello castaño le extendía la mano para ayudarlo a levantarse. Aturdido por su belleza la estrechó, una bandana azul le adornaba la frente, esta mantenía el cabello en su lugar. No pudo evitar notar la chaqueta roja de Spiderman que llevaba y un bonito pantalón azul con tenis rojos.

Parecía que era fanático de Spiderman.

-Soy Roier.- agitó las manos que aún se mantenían unidas.- Y estos son mis amigos, Aldo y Osvaldo, pero a ese wey le decimos El Mariana.

-Soy Alexis, pueden decirme Quackity.- una sonrisa tímida escapó de él, no sabía porque pero su corazón se había agitado al sostener la mano de Roier.

-Lamento haberme atravesado en tu camino.

-Siempre estorbando boiler.- murmuró burlón Aldo mientras le empujaba el hombro.

-Oh no, yo lamento no haberme fijado, iba algo distraído.- se frotó las manos con nerviosismo.- De hecho, tengo que irme, voy tarde a mi entrevista.

-¿Ah sí? ¿en dónde es?- habían reanudado el paso, Roier se mantenía cerca de él provocando que sus mejillas se mantuvieran rojas.

-En ese café de allá.- apuntó con el dedo hacia el pequeño local en tonos marrones y blancos.

-No mames, nosotros íbamos para allá.- Mariana interrumpió mirándolo con una sonrisa.- Que casualidades de la vida, mien.

Quackity asintió contento de haber chocado con Roier, se veían agradables. Probablemente podrían hacerse amigos.
El más alto les abrió la puerta, el lugar no estaba lleno por lo que ellos fueron los que hicieron bulla al llegar. Quackity no podía parar de reír con las tonterías que el castaño había soltado de repente, cantando de forma desafinada o recitando audios de memes que alguna vez había visto en internet.

Amar(T) en el Alfabeto | Luckity - Chaosduo.Where stories live. Discover now