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—Dios mío hija, estábamos preocupados por ti—mamá llegó abrazarme mientras yo miraba a tae mirándome fijamente.

Por otro lado papá me abraza sintiendo su cuerpo frío, de seguro estuvo bañándose.

—Tu papá se fue a buscarte, primero fuimos al colegio pero nos dijeron que te fuiste—se separa un poco de mi con lagrimas en sus ojos—luego fuimos a la policía pero él comisario nos dijo que debemos esperar las 24 horas para la denuncia.

Su voz se corta por su llanto, mi madre había llorado por varias horas, me siento culpable de sus lagrimas.

—No te preocupes cuñada y hermano, ya está aquí con ustedes—les sonríe tranquilamente mientras yo siento la angustia de mis padres al no saber nada de mí está tarde.

Me sentía mal al verlos preocupados, los abrazo nuevamente mientras mis lagrimas salen solos.

—cuentame que te paso—me dice sin separarse de mi abrazo.

—Papá, mamá yo—me quedó muda al no saber que decir.

Pero luego siento su mano en mi hombro dándome una cálida sonrisa.

—ella se fue conmigo, la lleve a ver mi casa, es un lugar viejo que quiero ir ahí cuando estoy estresado—se rasca la nunca nerviosamente.

Yo río, nunca lo había visto nervioso.

—Gracias hermano, pero me hubieras avisado para así estar tranquilos, no sabes lo angustiados y preocupados que estábamos—mi padre le varios golpes suaves en su hombro.

—Si tienen razón, me disculpo por eso—los mira apenado.

Yo lo observó y recuerdo sus grandes manos tocándome, sus labios besándome, tan lindos y suaves.

Cuando me mira me pierdo en ellos, él desvía la mirada asintiendo a mi padre, que a la próxima deberíamos ir todos a ver su nueva casa.

Mi madre se fue a la cocina a traer comida para los dos, mientras mi padre se sentaba en el sillón agarrando su periódico.

Se notaba más tranquilo al verme, y yo me sentía pésima por engañarles.

Sentía una mirada y sabía que era de él pero tenía miedo de lo que podría ocurrir, cada vez que pienso en sus manos tocándome todo se paraliza.

Sus labios rojos, su sonrisa cuadrada, sus brazos fuertes.

Suspire.

Por favor aparta la vista de mi, te juro que me estoy muriendo.

De reojo lo veía perdido en sus pensamientos, de seguro pensando lo mismo que yo, pero sin quitar su mirada de mi.

—Ya está la cena, pueden sentarse—miro a Taehyung—tu también cuñado.

Él negó.

—No se preocupen, ya pedi una cena para mí, ya debe estar llegando—sonrie agradecido.

Me observaba nuevamente al verme bajar con un short y un escote que deja ver mi brazier, no se porque lo hice pero quiero ver su reacción.

Lo escuché gruñir bajito mientras ponía su mano bajo el cierre de pantalón, yo con mis mejillas rojas me senté en la mesa con papá todavía leyendo el periódico.

—Ya lo cancele, prefiero comer con ustedes—sonrie nerviosamente y se sienta a mi lado.

Lo veo sonreir divertido al mirarlo aterrada.

Podía ver su mano de bajo de la mesa poniéndolas en mi muslo, yo jadeo bajito.
Cuando quiere subirlo de más, pongo mi mano en la suya para no permitir el paso que iba a dar.

Veo al frente y papá al parecer ya no tiene el periódico, ahora está con su celular conversando sobre la falta de su salida.

Me sentía culpable al verlo preocupado por dejar su puesto para buscarme.

Me distraigo al sentirlo metiendo su mano en mi short, sonrojada lo veo y él mira a donde esta mi padre.

—bueno chicos—mamá hace una pausa—Jennie estás roja, ¿que pasa?, ¿te duele algo?— yo niego sintiendo su dedito dentro de mi.

Un gemido casi se me escapa, él sonrió satisfecho, puse mi mano en mi boca pagando los gemidos.

—mamá no pa-pasa nada—hable antes de que venga hasta mi.

—Esta bien—me mira sin creerme—Puedes sentarte, vamos a almorzar—miro a mi padre y él vino de inmediato cortando su llamada.

—lo siento, el trabajo y mi salida de hoy casi me hacen perder mi empleo—No podía escuchar lo que decían al sentir meter otro dedo, mi boca saltaba jadeos mientras mi frente bajaban gotas de sudor.

Sin querer baje mi mano para apartarlo de mi pero chocó con algo duro y lo saqué rápidamente, lo escuché gemir despacio.

Sentía que iba a explotar al verlo mordiéndose los labios para contener a su lobo feroz.

Comenzamos a comer mientras mi padre practicaban pero no podía hacerlo teniendo sus dedos dentro de mi.

Sentía que quería orinar.

Y entonces él sacó su mano de mi y lo acerco a su boca chupando, sin que nadie se de cuenta.

Desvio la mirada al ver a mi padre preguntando donde es que vivía para visitarlo.

Y él se lo dijo tranquilo como si hace unos segundos no hubiera sentido su dedito sobre mi.

Yo sonrojada, me levanto y subo rápidamente a mi habitación.

Luego mi madre me dará un sermón por no decir buenas noches.

Quería correr, perderme.

Me deslice por la puerta al cerrarla, mi corazón latía a mil.

La mejor cena de mi vida.

Sonrió, y quería que Tae Tae me siguiera tocando de esa manera, se sentía muy bien.

Cerré los ojos un segundo sintiendo su perfume, sus labios, sus brazos, sus manos.

Perdería, y me gusta.









Inocente [TAENNIE]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora