Cuatro - NuNew

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Miré a través de la larga mesa del comedor al hombre que había reclamado el asiento al lado de Zee. Desde que el tipo había llegado, junto con un puñado de otros, todos los cuales la banda parecía conocer, había estado pegado al lado de Zee.

Incluso ahora, mientras el resto de nosotros escarbábamos en el filete y las patatas que nos habían entregado, el tipo de pelo desgreñado… Ansel o algún nombre estúpido como ése… no dejaba de susurrar en el oído de Zee. Diez dólares a que la mano que tenía debajo de la mesa no estaba en su propia pierna.

—NuNew, cuéntale a todo el mundo lo que Carly Wilde te dijo después que hiciéramos su programa —gritó Net desde la cabecera de la mesa.

Zee levantó la cabeza, sus ojos se encontraron con los míos antes que yo forzara mi mirada.

—Lo siento, ¿qué? —dije.

—Carly Wilde —repitió Net—. ¿Qué fue lo que te dijo?

—Oh. Uh.... —Recordaba exactamente lo que ella dijo, pero no era lo suficientemente indulgente como para repetirlo, y no ante un montón de gente que acababa de conocer—. Debí olvidarlo.

Net frunció el ceño como si supiera que estaba mintiendo.

—Ella lo llamó ángel y le dijo que si alguna vez quería caer al lado oscuro... —Luego movió las cejas y me sonrojé.

—¿Ella te dijo esa mierda? —La voz de Zee fue como una espada recién afilada, y cuando le miré, sus ojos se entrecerraron.

Podía sentir que todos los demás me miraban, y lo último que quería hacer era que la atención se centrara en mí, así que me encogí de hombros.

—Ella estaba bromeando.

—Mentira —dijo Mark—. Yo estaba allí, y la mujer estaba prácticamente babeando. ¿Te dio su número?

Me replegué.

—No, no me dio su número. Jesús.

—Tío, podrías haberte follado a Carly Wilde. Ella es sexy. Me la tiraría —dijo el tipo sentado al otro lado de… Ansel, o como se llame… y Zee lanzó una mirada en su dirección.

—No, gracias. —Me serví otra ronda de vodka y puse una rodaja de limón en el vaso. Zee prácticamente me estaba haciendo un agujero en mi cabeza con la fuerza de su mirada, pero no lo volví a mirar. Todavía estaba confundido sobre que mierda había pasado antes. Esta mañana parecía estar bien, pero a medida que pasaba el día, el estado de ánimo de Zee se había deteriorado, y aunque no lo había dicho abiertamente, no pude evitar sentir que era, de alguna manera, mi culpa. Repetí nuestra corta conversación, tratando de poner el dedo en la llaga, pero Zee no había dado ninguna indicación de que estuviera molesto en ese momento, así que... ¿tal vez no fui yo? ¿Quizás había pasado algo después que bajé al estudio?

Pero si eso era cierto, ¿por qué me llamaba NuNew ahora? Desde que lo conocí, siempre había sido Nu, y por alguna razón, el cambio de nombre me molestó más que su mal humor.

—¿Así que tú también eres de Nueva York? —dijo la chica a mi lado… Vanessa. Ella había sido perfectamente amable, tratando de involucrarme en una pequeña charla, ya que todos los demás se conocían y tenían bromas internas de las que yo no sabía nada. No es que me importara. Estaba demasiado ocupado tratando de no darme cuenta de lo que estaba pasando enfrente de mí.

Tragué un poco de vodka antes de contestar.

—Sí.

Ella esperó a que añadiera algo a eso, pero cuando no lo hice, me dijo:

Angel Caído 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora