2

254 20 27
                                    

"¿En verdad tengo que ir?" se preguntó a sí mismo poco dispuesto a abandonar la calidez de su cama y una buena serie de comedia que siempre lo ponía a reír. Como si lo hubiera invocado, su celular comenzó a sonar indicando una llamada entrante de Kosuke

"Diablos" pensó antes de resignarse a contestar pensando en el pretexto que le daría a su amigo para no asistir a la fiesta dichosa.

-Ataru abre, estoy afuera de tu casa

-Hijo de puta- respondió un molesto Ataru mientras con enfado se dirigía a la puerta abriéndola de manera desganada.

Kosuke entró al departamento de su amigo sabiendo que era la única manera de obligarlo a salir, pudo notar en la mesa del comedor a la par tanto cajetillas vacías como bolsas de múltiples chatarras como papas, galletas y golosinas

-Por lo que hay en tu mesa no me decido si aquí vive un mocoso o un señor adicto de 50 años.

Ataru lo miró con odio mientras a regañadientes vaciaba sobre una bolsa negra toda su basura

-Sabes que no me iré sin ti

-Pues no te vayas, me da igual si duermes en el baño- argumentó Ataru mientras regresaba a su habitación con nada más puesto que sus boxers y una playera vieja.

-Vamos amigo- lo siguió Kosuke- acuérdate que es el niño bonito de Mendo el que la organiza ¿recuerdas las ostentosas fiestas y exóticos platillos que nos ofrecían en su mansión?

-Lo que recuerdo bien es a su hermana

Kosuke lejos de reírse, miró a Ataru de manera reprobatoria, reconociendo que aunque era su amigo y lo quería, meterse con la hermana de un colega era sin duda algo muy bajo.

-No digas eso en voz alta

-Como si me importara- suspiró cayendo de espaldas a su cama

- Ataru por favor, la pasaremos bien, lo prometo ¿lo harías por tu mejor amigo?

-¿A ti quién te ha dicho que eres mi amigo?

Kosuke le dio un golpe burlón en el hombro a modo de juego mientras insistía, no podía darse por vencido.

-Anda ¿qué quieres a cambio?

Ataru reflexionó por algunos segundos decidiendo cuál era su precio.

-Me comprarás el almuerzo toda una semana

-PERO SI TU GANAS MÁS QUE YO IDIOTA- gritó Kosuke

-Ese es mi precio-aseguró sonriente

-Bien- accedió Kosuke que levantó por la fuerza a Ataru llevándolo a empujones al baño

-Necesitamos irnos en 10 minutos, tú decides si te bañas en 5 y te vistes en 5 o si necesitas 2 minutos extras para cagar

Kosuke esperó pacientemente a su amigo que tardó poco más de los 10 minutos saliendo vestido de manera semi formal de su habitación.

-¿Nos vamos?- preguntó Kosuke

-Espera- solicitó Ataru

Abriendo un cajón de su pequeño escritorio en la sala sacó un paquete de condones que metió a la bolsa interna de su saco

-¿Por qué los guardas ahí y no en tu habitación?- preguntó Kosuke confundido

-Porque raras veces llegamos allá- respondió fríamente Ataru mientras abría la puerta de su casa- espero que traigas tu coche porque no pienso sacar el mío.

——————-////

-Ataru, Kosuke- la voz de un Chibi que ya no estaba tan chibi los saludaba alegremente

-No me dejes solo con este enano- masculló Ataru entre dientes ante un divertido Kosuke

-¿Ataru?- una voz demasiado conocida lo rescato de perder valiosos minutos de su vida con el sujeto menos interesante del Instituto Tomobiki.

Vestida de manera aún muy recatada para su edad: vestido rosa sin ningún escote, demasiado largo para su gusto, maquillaje ligero, el mismo corte de cabello y sorprendentemente también la misma expresión infantil

-Shinobu- sonrió Ataru intentando abrazarla

-Oye, no me toques así que no nos vemos desde hace más de 5 años.

-¿Y qué?- preguntó alzando una ceja

-No creas que no me he enterado lo que dicen de ti

-Ah sí ¿qué dicen de mi?- preguntó Ataru curioso sin dejar de sonreír

Shinobu indignada por la actitud inmadura, farolera y hasta seductora de Ataru estuvo a punto de darse la vuelta cuando este la detuvo.

-Está bien, lo siento, no te vayas- le pidió- hablemos como gente normal.

-No iré a ningún sitio contigo, pervertido

-No te estoy pidiendo que vayas a ningún sitio conmigo, hablemos aquí...y si después quieres irte conmigo será algo que tú me pidas

Shinobu echando chispas por los ojos enfurecida por la nueva auto confianza de Ataru que no solamente ahora no era pobre sino que también había perdido con la edad aquellos rasgos que le hacían parecer feo, sólo parecer pues realmente nunca lo fue.

-Estoy bromeando Shinobu- aclaró Ataru riendo de manera ligera- mejor cuéntame, escuché que estudiaste arte en Londres

-Sí- contestó aún dudando si confiar en Ataru

-Me da mucho gusto, siempre fuiste especialmente buena con el dibujo, recuerdo que cuando éramos mocosos tú hacías retratos de todos los demás niños de la clase.

Shinobu estaba sorprendida de que Ataru recordara ese detalle y de pronto bajó sus defensas, estaba olvidando que además de su "eterno casi algo" hasta el instituto, Ataru era realmente su amigo de toda la vida.

-Qué buena memoria tienes, yo escuché que ahora eres un importante asesor financiero

-Hago lo que puedo- contestó Ataru encendiendo un cigarrillo- no siempre es tan bueno.

-¿Por qué no?- preguntó Shinobu

-Porque en mi trabajo dependo de demasiadas variables fuera de mi control: bolsa de valores, inversiones, estado económico de Japon y America en general, clientes tan ricos como idiotas. Odio el control que tienen sobre ti

-Siempre has querido ser un hombre libre- puntualizó Shinobu- tantas cosas condicionándote debe sentirse terrible

-Lo es- contestó Ataru

-Entonces ¿no tienes novia?

Ataru comenzó a reír de manera despreocupada dejando confusa a Shinobu

-Sabes que yo no estoy hecho para esas cosas, ni siquiera tú fuiste mi novia y has sido la única mujer de la que me he enamorado.

Shinobu sintió enrojecerse mientras se volvía a poner incómoda, aunque el Ataru que veía frente a ella era probablemente igual de atractivo que Shutaro Mendo, el galán del instituto, por dentro era idealmente todo lo que no quería en un hombre.

-Oye, que no te pongas nerviosa, esas son cosas del pasado- mencionó Ataru

-Tienes razón- murmuró Shinobu- quiero saludar a Mendo y darle las gracias por invitarme ¿me acompañas?

-Paso- contestó Ataru mientras jugaba de pronto con su encendedor, aburrido y con ganas de irse a casa.

23 años | URUSEI YATSURA|Where stories live. Discover now