Demon's Revenge (Hyunlix)

I found you

Felix y Hyunjin seguían caminando cubiertos con aquellas capas, alrededor del ducado. El sol ya se encontraba escondiéndose detrás de las majestuosas nubes, dejando un color rosado en el ambiente, que se iba volviendo de un púrpura oscuro. Las luces del ducado eran encendidas una por una, dándole un toque aún más majestuoso.
Felix decidió sentarse cerca de una jardinera y Hyunjin se quedó de pie, hasta que su amo le dió autorización de sentarse junto a él.

— Ya se hizo de noche y sigue sin venir la persona que aseguras, sabe sobre el paradero de Jisung

— Le aseguro, que esa escoria vendrá y si no viene él, vendrá alguna de sus ratas

Felix miró confundido a Hyunjin, pero decidió dejar el asunto por la paz, habían discutido unas horas antes y por el cansancio de haber recorrido todo el ducado de pies a cabeza, ya no le quedaban ganas de más riñas. En ese momento, una persona apareció en su campo de visión y Hyunjin se puso alerta, era a quien estaban esperando, sin duda. La capa que llevaba puesta cubría todo su cuerpo y se adentró sola a uno de los callejones.
Hyunjin se levantó y Felix lo hizo a la par, para ir al mismo callejón que aquél individuo, que ya les esperaba frente a frente, sin descubrir su rostro. 

— Quisiera ver el anillo — dijo al verlos llegar y Felix se sorprendió al escuchar una voz de mujer —, quiero asegurarme de que sea auténtico

— Por supuesto que podrás verlo — aseguró Hyunjin, extendiendo su mano con el anillo en él, pero cuando la mujer intentó tomarlo este alejó la mano bruscamente —. Pero primero... Momo, ¿cómo se encuentra Jihyo?

Felix se desconcertó al escuchar el nombre de la mujer frente a ellos y por la familiaridad con la que Hyunjin le había hablado, pero no le dió mucho tiempo para cuestionarse, porque pronto observó como la mujer sacaba una daga de su capa.
Ella se abalanzó sobre Hyunjin y él intentó esquivarla, provocando que el gorro de su capa cayera para atrás, pero no contó con que los movimientos de ella fueran tan precisos y alcanzara a rozar su rostro con la daga, su mejilla comenzó a escurrir sangre negra, que él limpió con su guante. Ambos respiraban rápidamente y sus posturas estaban a la defensiva.

— ¿Por qué están trabajando con él?, pensé que lo detestaban

Felix levantó una ceja, observando a aquellos dos.

— Solo te detestamos a ti y no es de tu incumbencia con quién trabajamos

Hyunjin soltó una carcajada, que desconcertó a Momo.

— Entonces, ¿ahora ambas se han enamorado de mi hermano?

Felix arrugó la frente en señal de desconcierto, estaba a punto de reclamarle ahí mismo por no haberle informado la situación completa, pero la estruendosa risa de Momo lo sacó de sus pensamientos y Hyunjin inmediatamente le puso detrás de él para protegerlo.

— Ay, cariño, sigues siendo tan estúpido como antes — Hyunjin bufó ante el comentario de Momo y ella se acercó cuidadosamente con las manos arriba, con la elegancia y astucia que solo un kumiho podía tener —. Mejor, pregúntale a tus perros como están ahora mismo

Hyunjin arrugó su frente, mientras Momo quitó el gorro de su capa y dejó ver su rostro. Llevaba su cabellera negra recogida, era innegable la belleza que poseía aquella kumiho y la sonrisa que se dibujaba en su rostro, la hacia verse sensual y astuta.

(...)

Seungmin, Christopher y Jeongin se encontraban en el jardín de la mansión, entrenando juntos. Jeongin había ganado peso y se veía tan saludable como cualquier chico de su edad, gracias a ello sus habilidades en combate habían tomado aún más fuerza y podía hacerle frente a ambos lobos por separado, aunque por supuesto, no mostraban por completo su fuerza.
Seungmin se encargó especialmente, de explicarle sobre como meditar para encontrar su 'interiorem radicem', así era, como le llamaban los seres sobrenaturales a la aceptación total de sus instintos salvajes, la conexión con su 'yo animal' y la habilidad de transformarse en ellos.
Jeongin se encontraba con los ojos cerrados, hincado sobre el pasto verde y con una expresión de concentración en su joven rostro.