Capítulo 9

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Thiago

Entramos a la casa porque afuera hacía frío y encima yo me estaba congelando porque Daniela me tiró a la piscina después de que yo la tirará a ella.

Daniela subió a su habitación para cambiarse de ropa, ya que la que llevaba puesta estaba mojada y yo me quité la camiseta y mi amigo me dio una camiseta seca para que no me resfriara.

Nicole estaba jugando con mi hermana, entonces aproveché para hablar con mi amiga. Yo la conocía como la palma de mi mano y no me creía esa mentira de que se encontraba mal, me había querido ocultar algo.

—¿Grace, a donde fuiste?

—¿De qué hablas?—frunció el ceño

—Te conozco y sé que no te dolía la cabeza. A mi hermana la podrás engañar, pero a mí no

—Fui a ver a mis padres

—¿Por qué?

—Quería hablar con ellos después de todo lo sucedido, pero no fue buena idea

—¿Qué te dijeron?

—No importa lo que me dijeran, en el momento que me empezaron a reprochar por la decisión que tomé me fui de allí

—Hiciste bien

—Lo sé. Entendí que para cumplir los sueños nunca es tarde y aunque mis padres no me apoyen prefiero intentarlo a ser una cobarde

—Me alegro de que hayas hecho lo correcto

Después Grace subió a hablar con Daniela y yo me senté al lado de mi hermana para jugar con ella. Cuando Mar notó mi presencia sé lanzó a mis brazos y se sentó en mi regazo. A continuación, le empecé a hacer cosquillas y se movió de un lado a otro mientras se reía.

—No te vayas, por favor—escuché la voz de Daniela

Revisé de arriba a abajo a la hermana de mi amigo, todavía tenía el cabello mojado. Entonces no me di cuenta de que ella me había visto mirándola.

—¿Quieres una foto?—me preguntó cruzada de brazos

—¿Quieres que te lancé de nuevo al agua?—me defendí

Nos miramos fijamente y mi hermana se levantó para ir al lado de Grace. Perfecto ¿Se puede saber que había hecho Daniela esta vez? Un día a esta chica la iba a tirar en un cubo de hielo en vez de la piscina.

—Grace, ¿por qué lloras?—le preguntó mi hermana

—No estoy llorando

—Grace, no te vayas—le suplicó Daniela

—No importa, ya volveré otro día

Me levanté de un salto y seguí a mi mejor amiga, antes de que saliera de casa la cogí del brazo y vi sus ojos azules que estaban llenos de lágrimas.

—¿Qué te dijo esa niña malcriada?

—¡No me llames malcriada!—se quejó Daniela

—¡Cállate!—le dije en un tono brusco

—No voy a estar en un sitio donde no soy bienvenida, Thiago. Os veo en casa—me dio un abrazo y se fue

Me giré y fui directo a hablar con la niña rubia, pesada e insoportable. La cogí de la muñeca y la llevé hasta la cocina, intentó irse, pero no la dejé. Daniela estaba atrapada entre el mármol y mis dos manos que cada una estaba apoyada en el mármol a la altura de su cadera.

—Déjame en paz—la ignoré

—¿Rubia, qué le dijiste a Grace?

—No te lo voy a decir

Corazones en llamas ©Where stories live. Discover now