I. Duelo

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~Crowley~

¡Te necesito!

Esas fueron las últimas palabras que me rompieron el corazón antes de dejar al ángel con ese maldito mentiroso de Metatron.

La vida que llevaba en la Tierra, había sido en su mayoría muy dichosa. Había pasado momentos divertidos y un poco frustrantes en compañía del ángel.

Yo había abierto mi corazón, Nina y Maggie me lo hicieron ver... Y el ángel simplemente escogió el bien de los demás antes que nuestra amistad.

Es decir, es un ángel... Ese es su trabajo y es muy devoto del cielo hasta cierto punto. "Haremos un cambio" dijo. Pero estoy seguro que eso no podrá lograrlo jamás.
El cielo está lleno de angeles corruptos que lo único que buscan es estar por encima del infierno siendo mimicamente perfectos.

Si a Gabriel no le importo... Si de verdad el aprecia al amo Belzeebu... Porque Aziraphel no veía eso en mi tambien.

No lo culpo. Pero si yo hubiera estado en su lugar, jamás le hubiera dado un "No" por respuesta, no despues de la inmensidad de tiempo que hemos pasado juntos.

-Disculpe señor pero debería irse a su casa, estamos a punto de cerrar el bar- dijo aquel humano que atendía la cantina. El estaba acompañado de su esposa, y eso me hizo recordarlo aún más.

-Si si... Ya me voy- dije mientras le dejaba unos billetes y me llevaba una botella de Ron en la mano.

Está vez sentí la frialdad de la soledad, hablando solo conmigo mismo cuando siempre era platicar con el ángel cada que lo veía.

La situación del armagedón nos hizo unirnos más hasta el punto de confiar uno en el otro. Cada día era un regalo ver sonreír a ese hermoso ángel, cada día era un regalo estar con él y nunca aburrirme... Escuchar sus logros, sus pasiones y gustos... Santo... Maldita! Carajo.

~Aziraphel~
(Escribiendo en su diario)

-Y aquí estamos... Está es tu nueva oficina Aziraphel, que la disfrutes. Hablaré contigo más tarde- fue lo último que escuche de Metatron antes de que me dejara en la antigua oficina de Gabriel.

El cielo estaba tranquilo, de hecho siempre lo había estado.

Tome asiento en mi escritorio y estaba listo para trabajar. Tome mi lápiz y empece a escribir que es lo que queria para hacer del cielo y el infierno un lugar mejor sin corrupción.

La punta de mi lápiz se trozo al contacto con el papel.

No podía escribir nada, no tenía idea de que hacer... No pensaba en nada, se supone que yo tenía todo planeado. Y mis planes?

Decidí poner un poco de música y Queen fue el primero en aparecer.

¡Crowley! Exclamé en mi mente con tristeza y dolor emocional.

Que había sido eso, Crowley jamas había causado un problema en mi corazón y ahora me dolía mucho haberle dejado solo.

Cerré mis ojos y recordé aquel beso desesperado que me regaló. Como una tela humedecida, mi corazón se estrujaba así mismo tratando de secar el cariño que sentia por él.

¡Es un demonio! Pensé. ¡Él estará bien! Trate de animarme.

Pero entre más mentía, mis lágrimas caían en el papel humedeciendo las páginas.

Fui malo... lo deje solo cuando el siempre había estado para mí en todo momento. Cuando había sido el valiente príncipe que rescata a la princesa de la torre más alta custodiada por un enorme dragón como en la literatura medieval. Busqué entre las bolsas de mi saco una foto que el y yo nos habiamos tomado recientemente.

Tome un poco de cinta y la pegue en mi libreta.

"Te quiero mucho Crowley, espero que me perdones algún día" dije cerrando la libreta para abrirla nunca más.

Era hora de trabajar.


✨Good Omens One Shots✨🥺Where stories live. Discover now