Capítulo 46

3.4K 220 24
                                    

Abrace la espalda de Nash pero el seguía sosteniéndose para no aplastarme. Sonreí en su cuello e inhale su aroma, su delicioso aroma.

Lo amaba tanto, verlo sonreír y siendo feliz me hacia sentirme tan completa era como un placer para mi ver como sus comisuras se elevaban formando su hermosa sonrisa y cuando sus bellos ojos se hacían más pequeños y unas pequeñas arrugas de formaban al lado de estos por su sonrisa. Amaba como fruncia el ceño, como se arrugaba arriba de su bella nariz y amaba cuando hacia sus muecas extrañas.

— Recibí 2 nuevas noticias de universidades — Susurro.

— ¿Cuáles? — Pregunte con la voz algo adormecida.

— La del pacífico y la de Londres...

— ¿Londres? — Pregunte interrumpiendo lo.

— Si — Respondió.

— ¿Te iras a Londres? — Trate de preguntar de los más normal.

— No, ya te dije que no quiero dejarte — Respondió y sentí como una de sus manos bajaba hasta mi cintura.

— Nash, si tu quieres ir, eres libre de hacerlo ¡es tu futuro! Y si tu deseas irte yo no te detendré por que yo quiero que seas feliz, conmigo o sin mi — Susurre con la voz algo insegura pero mis palabras estaban llenas de sinceridad.

— Bueno pues yo soy feliz contigo — Respondió de mala gana.

— No es para que te enojes — Le dije.

— Es que ya te lo dije, no quiero dejarte y no lo voy a hacer — Se quito de encima de mi y se acostó a un lado mio.

Ambos estábamos mirando al techo sin nada que decir solo podía escuchar su respiración y la mía mientras lo demás estaba en total silencio. Suspire y lentamente moví mi mano hasta donde estaba la de Nash y hice que nuestros dedos se entrelazaran. Recargue mi cabeza en el hombro de Nash y después el recargo la suya con la mía.

Sentí como apretaba mi mano y después me moví un poco y recargue mi cabeza en el pecho de Nash y el paso su brazo por mi espalda y me abrazo más.

— ¿Tienes calor? — Pregunte lentamente.

— Si — Respondió el.

— Quítate la camisa — Susurre.

— Me quieres ver sin camisa eh — Dijo burlón.

— Diablos me descubriste — Sonreí.

Me quite del pecho de Nash y el se levanto y se saco la camisa y pues se volvió a acostar y ahora si me volví a recostar en su pecho desnudo. Otra vez inhale su adictivo aroma.

— Si quieres también me quito los pantalones — Dijo juguetón mientras acariciaba mi espalda.

— Por mi no habría problema — Dije de broma.

Vi como Nash con su otra mano comenzaba a desabrochar el botón de su pantalón, ¡yo lo decía de juego! Bajo el cierre y después con dificultad bajo sus pantalones y después los tiro al suelo. Seguramente mi rostro debe de estar completamente rojo de eso estoy segura ¡muy segura! No podía creerlo lo único que lo cubría ahora era unos boxers negros ajustados y eso me ponía nerviosa.

Yo llevaba una camisa que era de el de esas blancas y un short muy corto blanco con flores pequeñas rosas y naranjas por todo este.

Baje mi mirada hasta su abdomen que estaba plano y apenas comenzaba a estar marcado, su cuerpo era muy blanco tenia varios lunares. Su bóxer estaba muy ajustado ¡no podía dejar de pensar en eso! No era muy incomodo pero en serio estaba muy apretado.

— ¿Disfrutas de la vista? — Pregunto con la voz ronca indicando me que ya se estaba quedando dormido.

Levante la vista y note que el tenia la suya hacia abajo donde de igual forma se encontraba mi cuerpo.

— ¿Y tu disfrutas la tuya? — Dije y el se sonrojo un poco y después sonrío.

— Es la mejor que podría tener, puedo ver todo mi mundo desde aquí — Dijo el con una sonrisa.

— ¿Cómo es que puedes, según tu? — Pregunte confundida.

— Te estoy viendo a ti y tu eres mi mundo — Dijo aún con su mirada sobre mi.

— Nash...

El me sonrió ¿cómo es que alguien puede ser tan perfecto? ¿Cómo es posible? El era el mejor chico que podía existir. Volví a levantar mi vista para encontrarme con sus bellos ojos azules mirándome directamente ¿que haría yo si el me dejara? No haría nada más que deprimirme por que seria como si yo estuviera perdiendo lo mejor de mi, era increíble la forma en que el había llegado a significarse tanto para y también que mi felicidad llegara a depender de el. Si yo no llego a estar el resto de mi vida con el, quien lo haga sera la persona con más suerte en este mundo. Nash, un chico maravilloso que apuesto a que miles de personas se podrían enamorar de el de tan solo estar una hora con el o menos de una hora.

El era hermoso, bellisimo, posiblemente era la persona más hermosa que había conocido desde que nací hasta el día de hoy, claro para mi y para mi suerte el estaba conmigo.

Cualquiera que lo viera podría quedar hipnotizada por sus bellos ojos azules que supongo que son el principal atractivo que las chicas ven en el pero si lo conocen a fondo podrían quedar enamoradas en cuestión de unos segundos.

Su mirada solía ser algo intimidante algunas veces.

— ¿Qué pasa? — Pregunto Nash con la voz algo adormecida.

— Nada, solo me tome unos segundos para admirarte — Sonreí débilmente pues sentía que el cualquier momento mis ojos se cerrarían.

— ¿Y que tal? — Sus ojos permanecían cerrados mientras hablaba.

— Eres hermoso Nash — Susurre antes de que mis ojos se quisieran cerrar y mis labios se quedaran sin fuerzas para hablar.

Le di una última mirada antes de que mis ojos se cerraran, el miraba el techo, como buscando alguna respuesta.

— Eres lo mejor que me ha pasado...

Fue lo ultimo que escuche decir de parte de Nash antes de caer profundamente dormida en sus brazos.

Esa noche tuve muchos sueños raros, una discoteca y muchas personas a mi alrededor bailando al ritmo de una canción que desconocía totalmente y luego ¿quién era ese chico? Estaba bailando con el pero tenia la mirada baja parecía que yo no podía controlar mis propios movimientos mi cabeza se giró y vi a otro chico bailando junto a mi, rápidamente lo reconocí; Matt. El otro chico levanto su rostro y pude ver que se trataba de Cameron ¿qué hacíamos aquí? Y luego todo se comenzó a volver borroso y en mi mente solo podía ver unos hermosos ojos azules, que eran iluminados por las luces de la discoteca y luego ¡pum! Todo desaparece y ahora me encuentro con Nash el día que me pidió que fuera su novia, son recuerdos que pasan por mi mente, nuestros aniversarios. Todo es muy extraño y luego despierto de golpe.

Nash sigue profundamente dormido, y apreta mi cuerpo contra el suyo. Sus labios están entre abiertos y un pequeño hilo de baba sale de ellos, luce cansado. Intento levantar me para tomar un poco de aire pues me siento un poco acalorada pero en el momento que intento pararme Nash se voltea y me rodea con ambos brazos y me aferra a su pecho.

— No me iré, solo quiero tomar algo de aire — Susurro con voz ronca.

— No, no, no, no — Nash murmura entre sueños.

¿Qué estará soñando? No me queda de otra más que volver me a dormir abrazada a el.

---------

Hola, ¿les esta gustando la historia? Me encantaría que dejaran sus opiniones y no comentaran lo típico como "siguela" es muy lindo leer sus comentarios largos.

Mi pequeña princesa|Nash Grier|Where stories live. Discover now