Capítulo No.12

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RyeoWook miró el agua con cierta aprehensión, sintiendo una mezcla de emoción y miedo al estar cerca de ella.

“Cierra los ojos, te prometo que no te vas a hundir”.

“Yesung... “.

“Cierra los ojos, RyeoWook”.

El muchacho respiró profundo, intentando darse valor, y cerró los ojos al mismo tiempo que sentía las manos de Yesung sobre sus caderas, arrastrándolo hacia el borde de la piscina y haciéndolo entrar en el agua con un movimiento suave.

Era extraño, paro parecía que de verdad tenía mucho miedo.

“Estás rígido como una trucha”. 

“¿Las truchas son rígidas?” 

“Relájate, ya estás dentro del agua y no te voy a soltar”.
RyeoWook juraba que quería estrangularlo, pero en lugar de eso solo cruzó los brazos alrededor de su cuello y se aferró a él como si fuera un salvavidas.

Una mano de Yesung descansaba en el borde de la piscina mientras lo sostenía con la otra y pataleaba despacio para mantenerse a flote. El agua estaba tibia y deliciosa y eso era maravilloso, porque al menos lo distraía del calor que desprendía el cuerpo de RyeoWook.

“¿No quieres abrir los ojos?” 

“No, gracias”.

“Está lindo aquí”.

"¡Condenado! No lo pongo en duda, pero no, gracias. Siento que hay un vacío negro y hondo debajo de mí, no lo quiero ver”. 

“Estás ofendiendo a mi pobre piscina. Además, cómo vas a sentir la oscuridad debajo, eso no se siente. ¿De qué tienes miedo? ¿De que salga el monstruo del pantano y te jale los pies?” 

“¡Ay por dios cómo dices eso!”
Chilló RyeoWook intentando subir los piecitos y terminó enredándolos en la cintura de Yesung.

“Eso, que me jale los míos”.
Suspiró él intentando ocultar la risa y ya que no necesitaba sostenerlo, porque RyeoWook estaba como una garrapata prendido de su pecho, puso la otra mano sobre el borde y lo hizo pegar la espalda a la pared de la piscina.

“RyeoWook, tienes que abrir los ojos... ¿por qué no piensas en algo lindo como el mar. Cierra los ojos y relájate, ¿y piensa en lo hermoso que sería?”
Sugirió él con suavidad.

“Va a estar un poquito difícil”. 

“¿Y eso por qué, muñeco?”

“Porque no conozco el mar”.
Dijo RyeoWook y Yesung sintió que algo se le revolvía dentro.

Quería darle todas las cosas que no había vivido y que se merecía. No quería llevarlo a las Islas Griegas, quería comprarle una maldita isla griega solo para él.

“Entonces lo pondré fácil. Mañana nos iremos”. 

“¿Qué…?” 

“Que mañana nos vamos a conocer el mar. Ahora que lo pienso, tampoco he llevado a SeokJi. ¿No te gustaría ir?”

“Este... sí... creo que sí”.

“Sí, por supuesto que sí”.
Murmuró Yesung en su oído y lo sintió contener la respiración, estaban demasiado cerca el uno del otro. Demasiado.

RyeoWook podía sentir su barba rozando su mejilla y juraba que podía imaginar la forma en que sus labios se movían.

“Te va a gustar, nene. Es hermoso. Y se pierde hasta donde alcanza la vista. Es increíble de noche, da miedo, pero también está tibio, como esto...”.

"Creer".Where stories live. Discover now