Park Sunghoon es uno de los mejores abogados de Seúl. No puede perder su tiempo en relaciones amorosas, por lo que cubre sus necesidades saliendo con mujeres que conoce de forma anónima a través de una pagina de ligues.
Tiene un gusto muy particula...
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SUNOO
Sunghoon era un claro ejemplo de lo que podía considerarse un idiota absoluto; una buena muestra del significado de la palabra.
Aunque daba igual lo enfadado que estuviera, no había sido capaz de dejar de pensar en él.
Llevábamos hablando casi seis meses y él nunca me había mencionado que estuviera casado. Y la única vez que le pregunté si alguna vez había hecho algo más que Una cena. Una noche y sin repetir, me respondió: Una vez, y después cambió de tema con rapidez.
Había repetido esa conversación mentalmente durante toda la noche, diciéndome a mí mismo que debía aceptar que era un mentiroso y seguir adelante con mi vida.
—Damas y caballeros de Universal Art Center... —dijo uno de mis profesores de pintura por un micrófono, arrancándome de mis pensamientos—, ¿Podrían prestarme atención un segundo, por favor?
Sacudí la cabeza y miré hacia el público que llenaba la entrada de la galería.
Se suponía que esta noche sería uno de los mejores momentos de mi carrera como artista.
Era una primera exhibición de los pintores de la escuela de arte. Los que habíamos sido seleccionados en el concurso, mostraríamos y explicaríamos una de nuestras mejores pinturas en honor a la escuela, también describiríamos brevemente la pintura que se exhibiría cada quien en el evento que tendría lugar dentro de unos meses alrededor del mundo.
—Nuestro próximo cuadro es de nuestro alumno, Kim Sunoo —había una nota de orgullo en su voz—. Uno de nuestros mejores alumnos el cual gano el primer lugar en la competencia nacional de arte, donde se eligieron a los artistas que tendrán la oportunidad de presentar uno de sus cuadros mundialmente, y pueden creerme cuando les digo que es uno de los pintores con más talento que haya visto nunca... —hizo una pausa mientras los murmullos de la multitud se silenciaban—. Quiero que se acuerden de lo que les digo.
Uno de los fotógrafos de la primera fila me hizo una foto, dejándome temporalmente ciego por el flash.
—Como saben la mayoría de ustedes —continuó—, he trabajado de la mano con los mejores artistas del mundo, he pasado muchos años en Francia e Italia, donde estudié con los más grandes, y después de una larga y productiva carrera, me he retirado para aquí enseñar a aquellos que poseen un gran potencial.
Hubo una fuerte ola de aplausos. Todo el mundo conocía a Yang Jisung, y aunque a muchos les extrañaba que quisiera dar clases en una escuela particular de arte, nadie se había atrevido a cuestionar su decisión.
—Espero que disfruten esta pequeña muestra de la futura exposición de mis mejores alumnos, la cual se ofrecerá en primavera —añadió mientras se alejaba lentamente al extremo del salón—. Ahora, Kim Sunoo ejecutará una explicación de su más reciente obra creada, con su compañero Lee Joonseok.
