Prólogo, el resurgir de un alma en pena.

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Ahí estaba, tirado en el suelo dando sus últimas bocanadas de oxígeno viendo como N°17 y N°18 cargaban sus ráfagas de Ki.

En un acto de lucidez cargó inconscientemente un Kame-hame-ha con su único brazo y lo lanzó con todas sus fuerzas.

No se rendiría tan fácilmente, no sin dar hasta su última gota de energía.

- ¡Muérete de una vez Gohan! - Gritó N°17 con desprecio.

El mencionado no hizo más que chistar y soportar las ráfagas de Ki con su débil Kame-hame.

Pero no todo es esperanzador, lo supo cuando de repente perdió terreno y cuando pestañeó vio que estaba por perder.

Otra vez.

Cerró los ojos para esperar el impacto y así pasó, fue un gran dolor que lo aliviaba gritando con todas sus fuerzas y expulsando Ki con todas sus fuerzas.

El fuego cesó.

Quedó tirado donde estaba, entre los escombros yacía su cuerpo casi sin vida.

- No puedo mantenerme despierto... Trunks, mamá, papá... - Susurró en un vacío intento de mantenerse vivo.

Poco a poco sus ojos comenzaron a cerrarse mientras dos androides veían esto satisfechos.

- Ya se murió. - Anunció N°18
- Nos vamos, tengo que conseguirme otro de estos. - Chisteó su hermano.

Así ambos se fueron de esa ciudad que alberga al último héroe de los tantos que habitaron alguna vez.

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- Es hermoso, muchas felicidades señorita.
Ella asintió y lo vio, poco pelo, parecía sano y entonces vio lo que la asustó, tenía un brazo mucho más chico que el otro, había nacido deforme.

- Está deforme. - Dijo con tristeza.
La enferma enseguida acudió y tomó al bebé para llamar al enfermero principal a fin de dárselo para hacerle una revisión.

- Perdone Gine, debemos hacerle un chequeo a su hijo para asegurarnos que pese a esa deformidad no haya nada que peligre su vida. - Informó la enfermera seriamente.

Gine asintió y se quedó recordando el rostro de su hijo hasta que fue interrumpida por la enfermera.

- ¿Ya eligió un nombre para el bebé?

- Se llamará Gohan. - Declaró felizmente, un brazo menos no cambiaría el amor que le tomó 9 meses formarlo dentro de su ser.

- Es un nombre muy lindo, muy original sobre todo. - Comentó con felicidad al notar los sentimientos de Gine.

- Vio que hermoso es... - Dijo en voz baja mientras se recostaba en la cama, el parto le hizo gastara mucha energía.

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Sus sentidos se agudizaron, podía oler, podía respirar, pero no se podía mover ni podía ver.
Con suerte escuchaba algo.

- Signos vitales estables, habrá que amputarle el brazo ahora y con ayuda de los kosei de curación que tenemos en el hospital recuperarlo rápidamente, sino afectará gravemente en su crecimiento neuronal y físico.

- ¿Qué dice...? - Se preguntó mientras le daba sueño y volvía a quedar dormido.

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- Señorita Gine, hemos decidido tomar la acción de amputarle su brazo izquierdo porque tenía una extraña deformación que podía transmitirse a sus neuronas y demás extremidades, lo cuál peligraría su futuro desarrollo. - Comentó serio el enfermero.

Ella asintió con preocupación y con miedo.

- ¿Estará bien? ¿Cuándo lo volveré a ver?

- De momento el recién nacido está siendo atendido y tendrá cuidados intensivos por al menos un mes hasta que se recupere y estabilice.

Gine estaba ajena al asunto, su corazón comenzó a sufrir al momento que la separaron de su hijo, después de todo era lo único que tenía de él, lo más preciado que le dejó, lo más precioso también. Un descendiente.

Se volvió a recostar y decidió dormir, en dos días le darían el alta y se iría a su casa, pero sin su hijo, tendría que esperar un mes para tenerlo en sus brazos.

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[Time Skip 7 años]
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Poco a poco se estaba despertando y sentía como su cuerpo era ajeno a él, comenzó a oír y eran puras risas, sintió el tacto, una mano le sostenía la suya. Y en la otra no había nada, vacío total.
Sintió el olfato, olía rico, parecía dulces y comidas de buen sentir, una sonrisa se le formó en su boca y poco a poco comenzó a abrir los ojos viendo como estaba caminando entre la multitud con alguien de la mano.

Vio a su derecha y estaba una mujer de cabello negro con una gran sonrisa en su rostro, ella era mucho más alta que él y éste se fijó en sí, muy chiquito y miró a su izquierda, la faltaba eso que perdió hace tiempo atrás.

- Claro, lo perdí cuando... cuando... - trató de recordar pero no podía, una laguna se le formó en la cabeza.

- Gohan, ¿Estás bien hijo? - Preguntó la mujer a su lado.

- Sí mamá. - Respondió sin pensar, lo extrañó, ¿Mamá? ¿Hijo? Algo no anda bien, pero no sabía que era.

la hora siguiente transcurrió normalmente, tenía flashes de lucidez pero seguía sin recordar absolutamente nada.

- Mamá, gracias por la salida. - Dijo feliz para abrazarla.

- Gohan, no es necesario, después de todo yo te lo prometí ¿No? - Respondió de igual manera tras corresponder el abrazo.

A sus alrededores se escuchaban murmullos.

- Es tan dulce, lástima su brazito.
Todos los comentarios eran idénticos, esto hizo intimidar a Gohan.

- ¿Volvemos a casa? - Preguntó Gine con una sonrisa. Gohan asintió y se fueron.

Una vez en casa, él se fue a su habitación y se sentó en la cama.

- ¿Quién soy? - Se preguntó con dolor en su corazón.

Gohan del futuro en BNHAWhere stories live. Discover now