02, los gemelos weasley

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02, LOS GEMELOS WEASLEY

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02, LOS GEMELOS WEASLEY

A la mañana siguiente, Aurora se levantó, se bañó y se aprontó para ir a clases. Se sintió muy fuera de lugar cuando observó a sus compañeras de habitación con el uniforme de Gryffindor, siendo que su uniforme llevaba los colores de la casa de Slytherin. Aurora decidió ponerse la camisa, la pollera y dejar la corbata y la túnica en la habitación. Sus compañeras no dijeron nada cuando la vieron salir de la habitación con la mitad del uniforme puesto.

En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras estrechas y destartaladas. Algunas llevaban a un lugar diferente los viernes. Otras tenían un escalón que desaparecía a mitad de camino y había que recordarlo para saltar. Después, había puertas que no se abrían, a menos que uno lo pidiera con amabilidad o les hiciera cosquillas en el lugar exacto, y puertas que, en realidad, no eran sino sólidas paredes que fingían ser puertas. También era muy difícil recordar dónde estaba todo, ya que parecía que las cosas cambiaban de lugar continuamente. Las personas de los retratos seguían visitándose unos a otros, y Aurora estaba segura de que las armaduras podían andar.

Los fantasmas tampoco ayudaban. Siempre era una desagradable sorpresa que alguno se deslizara súbitamente a través de la puerta que se intentaba abrir. Nick Casi Decapitado siempre se sentía contento de señalar el camino indicado a los nuevos Gryffindors, pero Peeves el Poltergeist se encargaba de poner puertas cerradas y escaleras con trampas en el camino de los que llegaban tarde a clase. También les tiraba papeleras a la cabeza, corría las alfombras debajo de los pies del que pasaba, les tiraba tizas o, invisible, se deslizaba por detrás, tomaba la nariz de alguno y gritaba: ¡TENGO TU NARIZ!

Pero aún peor que Peeves, si eso era posible, era el celador, Argus Filch. Aurora se las arregló para chocar con él, en la primera mañana. Filch la encontró tratando de pasar por una puerta que, desgraciadamente, resultó ser la entrada a su despcho. No le creyó cuando dijo que estaba perdida, estaba convencido de que quería entrar a propósito y la amenazó con encerrarla en los calabozos, hasta que el profesor Flitwick, que pasaba por allí, la rescató.

Filch tenía una gata llamada Señora Norris, una criatura flacucha y de color polvoriento, con ojos saltones como linternas, iguales a los de Filch. Patrullaba sola por los pasillos. Si uno infringía una regla delante de ella, o ponía un pie fuera de la línea permitida, se escabullía para buscar a Filch, el cual aparecía dos segundos más tarde. Filch conocía todos los pasadizos secretos del colegio mejor que nadie (excepto tal vez los gemelos Weasley), y podía aparecer tan súbitamente como cualquiera de los fantasmas. Todos los estudiantes lo detestaban, y la más soñada ambición de muchos era darle una buena patada a la Señora Norris. Y después, cuando por fin habían encontrado las aulas, estaban las clases.

Tenían que estudiar los cielos nocturnos con sus telescopios, cada miércoles a medianoche, y aprender los nombres de las diferentes estrellas y los movimientos de los planetas. Tres veces por semana iban a los invernaderos de detrás del castillo a estudiar Herbología, con una bruja pequeña y regordeta llamada profesora Sprout, y aprendían a cuidar de todas las plantas extrañas y hongos y a descubrir para qué debían utilizarlas.

TRAITOR ━Ron Weasley [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora