13

469 88 53
                                    

Bajando del auto un hombre observaba fijamente a la pareja ir frente a ellos con una expresión nerviosa y quizá algo asustada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bajando del auto un hombre observaba fijamente a la pareja ir frente a ellos con una expresión nerviosa y quizá algo asustada.

Ran trató de relajarse porque nunca había necesitado darle explicaciones a los padres de alguien y menos agachar la cabeza con vergüenza por su osadía de llevarse toda una noche a la hija del mayor, pero esos ojos severos daban un miedo indescifrable.

—¿Se divirtieron?— Habló en tono serio viéndole fijamente a los ojos.— ¿Viste la hora? Nahoya, son las doce del medio día.—

—Lo siento, papá...—

—¿Y tú? A ti no te conozco y exijo al menos me digas tu nombre.— Dió un paso al frente parándose cara a cara al Haitani quien sólo asintió un tanto sobresaltado.

—Ran Haitani para servirle...— Dijo tratando de no pensar demasiado las cosas, pero esos ojos verdes parecían verle el alma.— Disculpe la hora en la que devuelvo a su hija, no piense nada raro, pero nos quedamos dormidos charlando en mi auto.—

—¿Piensas que voy a creerte? ¿Que voy a pasar así nada más esta idiotez? No luces como un chico de preparatoria ¿Nahoya de donde sacaste a este payaso?—

—¡Papá ya basta!— La menor se había situado a un lado de su padre tirando de su brazo.— No armes escándalo a esta hora.—

—Yo lamento mucho lo ocurrido y le juro que con Nahoya no ocurrió nada.— Entre pequeños tartamudeos nerviosos había rascado su mejilla, pero el contrario parecía aún más molesto.— Prometo no ocurrirá de nuevo, tiene mi palabra.—

Se sentía raro, entre humillado y dominado ¿De verdad iba a ser menospreciado por ese hombre? Miró a su lado la pálida expresión de la pelinaranja un poco asustada, sus recuerdos se activaron de la inolvidable noche de ayer con ella encima de su pecho diciéndole que se siente protegida con él cerca. Su pulso se aceleró y sus labios temblaron ¿Porqué su cabeza activa esos recuerdos tan melosos? Quiere abrazarla nuevamente pero la situación no ayuda.

—¿Y a ti quién te dijo que volverá o no a ocurrir? Sobrepasaste los límites niñito, una pésima imagen me diste y te aseguro que no permitiré que te acerques de nuevo a mi hija ¿Me escuchaste?—

El rostro de Ran se puso pálido y su pulso se aceleró subiendo su adrenalina, tenía miedo y mucho quedando en shock viéndole adolorido ¿Qué podía decir? No tenía palabras en ese preciso momento y le exaspera porque desea al menos cubrir entre sus brazos a la chica y sobreponerse a su padre ¿Pero qué ganaría? un golpe probablemente y una orden de alejamiento.

Subió su mirada nuevamente tratando de tomar valor y oponerse, tomó aire y trató de formular las palabras que no salían. El mayor mantenía su semblante serio y ese rostro tan inquebrantable que sólo duró cinco segundos antes de estallar en una risa.

—Tienes que verte la cara de niñito asustado, estás todo blanco pareces fantasma.— Dijo entre risas abrazando al joven por el hombro.— Anda, quita ese gesto y di algo, estaba bromeando.—

—¡Papá eres un tonto!— Suspiró la chica igual de aliviada soltándolo, Ran parecía recuperar la respiración viendo aún con temor al hombre, pero él sólo reía por lo bajo.

—Si bien no puedes traerla tan tarde era broma lo de no verla, Nahoya es una chica lista y fuerte, yo sé lo que crié.— Soltó al joven colocándose frente a él nuevamente.— Cuesta ganársela, y demasiado, tienes mi respeto por soportar a este pequeño gremlin.—

—¡Papá!— Le dió un codazo suave al costado.— Ya debes irte Ran... por favor.—

—¿Tienes miedo de que papá lo invite a pasar y le muestre tus fotos de niña?— Miró de lado a Ran, quien sin saber que hacer sólo le dió una tenue sonrisita.

—¡Nos vemos Ran fue una velada maravillosa y espero se repita!— Jaló de su brazo casi arrastrándolo de vuelta al auto con las risas burlonas de su padre de fondo.— Cuídate tonto...—

—Tú también, te escribiré para coordinar una nueva salida.— Susurró lento viéndola con esa misma mirada llena de amor y deseo, robándole un corto beso en los labios.— ¡Nos vemos señor Kawata!—

—¡Adios muchacho!—

(...)

Apenas llegó a casa se dejó caer sobre Rindō quien adolorido trató de apartarlo.

Ran no hizo nada más que reír sin quitarse de encima a pesar de las amenazas de su hermano quien luego se un rato se rindió y siguió viendo su teléfono.

—¿No me vas a preguntar qué tal me fue?— Murmuró apenado dándose la vuelta para darle la espalda.— Pues me fue increíble, Nahoya me declaró su amor y yo le declaré el mio, todo entre gritos e insultos en el restorán. Luego fuimos a la playa y nos caimos al agua y al final terminamos durmiendo en el Jeep desnudos abrazados con fuerza.—

—Ajá, ajá, yo le propuse a Sou ser mi novia y dijo que sí.—

—¡Me estás sacando pica!— Rodó sobre él quitándole un par de quejidos.— Muy lindos los novios pero no te acostaste desnudo con ella conversando de todo.—

—No, pero sí la besé y manosié y además le pedí ser mi novia... ¿Y tú?—

—... Ya listo admito perdí.— Murmuró molesto.— ¿La fuiste a dejar a su casa?— Rindō asintió.— Yo igual, y su papá me hizo la broma del siglo.—

—¿También te dijo que te prohibiría verla y luego se puso a reir diciendo que era broma?— Dejó el teléfono al lado viendo al techo, Ran hizo un sonido aprobatorio.— Ya veo, su papá nos vió la cara.—

—¿Él sabrá que somos hermanos?— Rindō se alzó de hombros dando un último gran empujón para sacarse a Ran de encima.— A todo esto, se acerca mi graduación ¿Papá te ha dicho algo sobre qué haremos?—

—¿Qué te hace pensar que hablo con el viejo?— Respondió tomando nuevamente su teléfono ignorando al de trenzas.

El mayor rodó los ojos molesto ¿Y qué le pasaba a su hermano? Lleva raro desde que lo vió y obvio le molesta su actitud tan lejana. Probablemente solo sea un mal momento y ya, tampoco merece calentarse la cabeza por ello.

Pero más importante que el berrinche de su hermano, un baño tibio, porque está apestando a mar, arena y sudor.

Entró al baño y llenó la tina metiéndose en ella con necesidad, el agua caliente había empañado los vidrios de la ventana y los espejos. Su cuerpo se estaba relajando y el sueño se lo comía vivo recordando la dulce noche que tuvieron hace unas horas. ¿Nahoya siempre tuvo un cuerpo tan exquisito? Las chicas no mienten cuando dicen que el uniforme oculta muchas cosas y dos de sus favoritas eran esas piernas y muslos amasables y la cintura pequeña y esbelta que tiene, tantas curvas y se siente sin frenos.

Cerró los ojos dispuesto a tomar una siesta de esas largas porque más que mal su horario de 20 horas de sueño están siendo interrumpidas, y dos horas que sean no les hace daño a nadie.

¿Le haría mal soñar con ella? Obvio no.

Qué tonto se siente estar enamorado.

Qué tonto se siente estar enamorado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

un voto se agradece 🌷

Garden [ Haitani x Kawata ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora