Garden [ Haitani x Kawata ]

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+18!

Dejó en el GPS la dirección ya memorizada e inició el viaje un tanto silencioso. Se sentía en cierto grado culpable de permitir los comentarios tan desorbitados de su padre y más aún no hacer suficiente para defender a Nahoya. El viaje no era tenso más bien algo neutral, la culpa aún la tenía encima y ese sentimiento extraño de cariño le hizo en un semáforo en rojo tomar la mano de la chica y apretarla con cariño dejando que ella la tomara de vuelta y acariciara con su libre.

—No te sientas mal por los comentarios de tu padre, sé que no eres como él.—

—Debí ponerle un alto a todo eso desde el primer comentario mal intencionado...— Respondió de vuelta. Nahoya sólo sonrió y volteó a verle evitando reír.— ¿Qué es tan gracioso?—

—Te ves lindo enojado.—

Mariposas.

Como si la comida que digirió en realidad fueran capullos ya florecientes de miles de mariposas que le arrebataron una sutil sonrisa y una risita ahogada en su garganta. Nahoya subió la mano del joven y dejó un pequeño beso en el dorso.

—Ran, desvíate a algún estacionamiento.— Mencionó entrecerrando sus azules, él alzó una ceja confundido.— Creí que iríamos a tu casa a que te hiciera el almuerzo y luego... Netflix and chill.—

—... ¡Nahoya!— Sonrió cubriendo su rostro sonrojado en el antebrazo apoyado en el manubrio.— ¡Oye! Dios...— Comenzó a reír junto a la fémina la cual lentamente iba bajando su corbata.

—¿Acaso debo seducirte?—

El verde se instaló en el semáforo sacando de su caudal al embobado Haitani el cual, de forma obligada debió avanzar gracias a los insistentes bocinazos del resto de automovilistas. ¿Sexo en un estacionamiento? Sí por favor, amaría sin dudas hacerlo y no quería titubear.

Cambió la dirección al estacionamiento de un club nocturno donde tiene pase libre al ser el dueño uno de sus amigos más cercanos. Quedaba cerca por suerte y los guardias al reconocer el número de patente sólo se hicieron a un lado permitiendo el paso.

Nahoya fue juntando sus piernas evitando emocionarse demasiado, pero la situación la tenía tan emocionada y en candela que sería difícil contenerse.

¿Esperar al noviazgo o matrimonio? ¿Qué es esto? ¿Los años 60? Ran está buenísimo y si ambos quieren un poco de acción, no dudaría en dársela.

Estacionó al fondo justo al sitio donde las luces no enfocaban bien para una sensación más privada, pero daba igual, los vidrios polarizados no permitirían que algo pudiera verse desde afuera. Rápidamente echó un vistazo cómplice a la pelinaranja quien entre risitas se iba pasando al asiento trasero preocupada de no cubrirse en absoluto si algo llegaba a verse en sus movimientos.

Ran le otorgó una suave nalgada y un agarrón para empujarla y ayudarla a entrar entre risas. El auto era un poco pequeño para él como para repetir la acción de la fémina, así que bajó y subió a la parte trasera asegurándose de cerrar con seguro las puertas para evitar que alguien los interrumpa.