Capítulo 13

4.1K 175 2
                                    

Thiago

Por la tarde mi hermana se durmió y yo aproveché para salir al jardín de mi casa y estuve entrenando ya que dentro de unos días tenía los primeros partidos de la temporada. Estaba tan centrado en el balón que cuando di un último chute no me había dado cuenta de que mi hermana estaba detrás de mí viéndome chutar.

—¿Princesa, quieres chutar la pelota?—le pregunté mientras me acerqué a ella

—Sí

Le coloqué la pelota delante suyo y chuto unas cuantas veces.

—¿Thiago, vas a ir a una fiesta?

—Sí, pero no me voy a quedar hasta muy tarde

—¿Y me vas a dejar aquí sola?

—Ni loco te dejo sola, pero dime ¿con quién quieres quedarte?

—Con los papás de Daniela y Gabriel

—Perfecto

Más tarde me duché y me puse una camiseta negra con unos tejanos y una chaqueta. Me pasé los dedos por mi pelo oscuro que todavía estaba un poco húmedo. Cuando Grace acabó de arreglarse fuimos a casa de mi mejor amigo para irnos todos juntos. Entramos a su casa y ellos estaban discutiendo.

—¡Daniela!—mi hermana pronunció su nombre y fue corriendo hasta ella

—Que entusiasmo—le solté a mi amigo y se río

—¿Por qué no está vestida?—le pregunté a Gabriel

—Porque al final no quiere salir, no la entiendo—respondió

—Yo me encargo—intervino Grace y pasó delante nuestro

Mi amiga se acercó a Daniela y no sé qué le dijo, pero al final logró convencerla. Después nos pidieron que esperáramos y subieron a su habitación para que ella se vistiera.

—¿Por qué necesita tanto tiempo para arreglarse?—me preguntó mi amigo

—Buena pregunta

Al cabo del rato escuchamos sus risas y las vimos aparecer por la escalera. Inmediatamente mis ojos me traicionaron porque no pude quitarle la mirada de encima. ¡Estaba preciosa! Ese vestido rojo que no le llegaba a las rodillas se le ajustaba perfectamente a su cuerpo y le quedaba jodidamente perfecto. Entonces pasó por mi lado y me llegó su aroma de la colonia. ¡Joder, esta mujer me iba a acabar volviendo loco!

No tengo la más mínima idea de cómo lo hice, pero logré quitarle la mirada de encima y me despedí de mi hermana, también le di las gracias a Isabella y Patrick por cuidar de Mar mientras nosotros nos íbamos.

Cuando llegamos a la discoteca fuimos directos a la barra y nos pedimos unas cervezas. Luego Gabriel se fue con ellas a bailar y yo me quedé sentado con los brazos apoyados en el mármol mientras miraba a la mujer que me había hechizado.

Entonces una chica de cabello castaño y ojos marrones se me acercó y me centré en ella.

—¿Puedo sentarme?—me giré hacia la chica que se había acercado a mi

—Claro

—Me llamo Lena—me ofreció su mano y la acepté

—Encantado. Yo me llamo Thiago

—Encantada

Estuve hablando con Lena y me explicó que trabajaba en una cafetería y yo le conté que era futbolista y que dentro de unos días tenía el primer partido de la temporada.

—Thiago, dime que no tienes novia, por favor

—No tengo, pero ¿por qué lo preguntas? ¿Acaso estás insinuando que te gustó?

Corazones en llamas ©Where stories live. Discover now