Extra 3: Te amaré

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El beso que unía los labios de ambos fue subiendo de ritmo. Primeramente sus belfos se regocijaban en un lento y suave vaivén apreciando la dulzura y suavidad de los contrario con los suyos, pero luego no fue suficiente saciarlo con sólo dulces movimientos, pasando a ingresar la lengua propia en la boca contraria. Ninguno tenía el control, ninguno era más dominante que otro, sólo se dejaban llevar, disfrutándolo. 

Las manos en la cintura de YoonGi empezaron a guiarlo más cerca al cuerpo ajeno. YoonGi acató la orden silenciosa acercándose cada vez más hasta sentarse a ahorcajadas en el regazo contrario sin separar sus bocas hambrientas por la saliva del otro.

Ya en esa posición HoSeok empezó a pasar sus manos por el gran y suave trasero de su mayor quien se erizaba de piel y jadeaba de gusto entre el beso. Por fin se apartaron del beso ya que el oxígeno se les había ido y era necesario recuperarlo, pero al momento de recuperarlo YoonGi movió su lengua y labios sobre el cuello canela mientras que con una de sus manos estiraba la mandíbula de HoSeok hacia arriba con el dedo pulgar.

— Uhm~ — jadeó el menor dejándose hacer por los chupones que ponía su mayor sobre su cuello.

El mayor no satisfecho con sólo dejar besos en el cuello y bajo la mandibula de su menor, siguió bajando los besos hasta la orilla del cuello de la camiseta, la cual estorbaba al parecer de ambos, por ello, HoSeok la quitó rápidamente dejándole más acceso al pálido que se veía ansioso viendo el pecho contrario.

HoSeok no sólo quedó de espectador, pues sus manos apretaron como masa para pizza la voluptuosa retaguardia de aquel sentado en su regazo. Si no fuera por el pantalón que aún cubría aquella área, esa sola ya estaría marcada de rojo por los dedos huesudos y largos del tez canela.

— Seok-ah, quiero que me beses también — pidió el mayor sin vergüenza alguna viendo desde arriba al susodicho.

El antes mencionado no dudo ni un segundo, arrastrando sus manos hasta el interior de la camiseta contraria para después ayudarle a quitársela. El pecho de su mayor era completamente blanco y antes era escuálido, pero ahora parecía tener más masa muscular, viéndose un abdomen más marcado y algo firme, realmente hermoso.

— Sigue siendo igual de hermoso que esa vez — soltó el castaño pasando sus manos sin pena alguna por los cuadros del pálido quien lo tomó del los cabellos con delicadeza.

Negó. — Olvídate de esa vez, hagamos de esta nuestra primera vez, nuestra verdadera primera vez — pidió viéndolo a los ojos pues se sentía culpable ya que en ese entonces, sólo usaba a HoSeok.

— Está bien, Hyung — concordó con una sonrisa.

— Puedes dejar las formalidades, Seok-ah — dio permiso con una sonrisa mientras jugaba con las hebras negras en sus delgados dedos.

HoSeok sonrió en grande pues era lo que había estado deseando desde un principio.

— Yoonie — sonrió.

— Hobi — respondió con una sonrisa.

No pudo soportarlo más y atrajo a su mayor para besarlo salvajemente, donde se escuchaban chasquidos, alaridos y ruidos húmedos de la saliva. Sus cuerpos subían de temperatura con cada acción, ambos estaban realmente exitados, provocando erecciones en ambos que cada vez se ponían más duras y mojadas.

Los besos cesaron en los labios del pálido para pasar a su cuerpo. Los labios del tez canela se movían sobre sus cuadros lamiéndolos y chupándolos dejando algunas marcas moradas que iban subiendo hasta llegar a los pectorales, donde la boca del pelinegro busco aquellos botones rojos que se le hacia agua la boca por probarlos. Cuando entraron a su cavidad bucal primero estaban duros y erectos, pero al pasar de las lamidas y chupadas se fueron ablandando un poco. No dudo el también dejar mordidas en aquellos lindos pezones que se ponían rojizos con las estimulaciones contrarias.

Chico Bellako || HopeGaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora