Estoy Cansado Jefe...

109 7 3
                                    

-Estoy cansado, jefe...

Ese era yo; un simple asalariado cualquiera que rogaba a su jefe,por un día libre luego de una semana de extenuante trabajo y horas extras.

-¿Cansado? Pues no lo pareces. Además lo que pides es demasiado, sobre todo en la situación en la que se encuentra la empresa.

El gordo, tacaño y mal nacido de mi jefe se rebuscaba una excusa para no aceptar mi petición. Él se negaba a dar días libres, más cuando estaba tan cerca de ser promovido.

-¡Sabes que! Hoy estoy de buen humor, así que aceptaré tu pedido...

¿Lo logré?.

-... Pero...

Porque siempre hay "pero" gordo hijo de puta.

-Pero qué, jefe.

-Pero, se te descontará el sueldo de una semana.

-¿¡El sueldo de una semana por un día libre!?.

-Claro, ¿Tienes idea de lo que haces perder a la compañía por un día de inasistencia?.

Su sarcasmo lleno de malicia me daba repulsión.

«¡¡Aún así no debería de ser tanto como para descontar una semana de sueldo, gran hijo de perra!!».

-Sabe, creo que mejor... No

Traté de recomponerme. Di toda la paciencia que había dentro de mi para no tratar de matar al gordo panzón de mi jefe... O
O mejor dicho mi superior.

Él rápidamente frunció el señor y me regaño.

-Entonces qué haces aquí haciéndome perder el tiempo. Vuelve rápido a tu trabajo si no quieres que te descuente el día.

-S-sí, jefe...

Salí del despacho del maldito panzón. Estaba tan cansado qué ni siquiera tenía fuerzas para rechistar o exclamar. Mi mente solo pensaba en mi cama esperándome en mi solitario departamento.

-Tres horas más y termina mi turno, sólo tres horas y podré ser libre...

<&&&>

Sin darme cuenta, esas tres infernales horas, se fueron de forma tan lenta y agonizante. Una vez mi tiempo en éste horrible lugar expiró, selle mi fichero de salida y pude sentir la grata libertad.

-¡OH libertad por fin!.

Las ojeras de mis ojos se hacían más grandes con cada día que pasaba. Tres meses de turno doble, pero ésta sensación de libertad no se compara a nada... Cerveza, dinero, mujeres... ¡Sexo!. Nada de eso se compara con la grata libertad de poder dormir...

-... Me estás jodiendo...

La oscuridad de la noche rápidamente se iba disolviendo con la luz de la mañana. Muy horrorizado miré mi reloj de muñeca.

-... ¿Me estás diciendo que acabo de salir 5 minutos antes de mi hora de entrada?.

Al menos esas cosas materiales... Duran más que mi libertad.

«OH dios, por favor apiádate de mi alma»

<&&&>

«Finalmente..»

Con un rostro demacrado, y con unas mejillas ahuecadas, logré sobrevivir otras 17 horas de trabajo extenuante. Mis lágrimas se salían de la felicidad... Y mejor de todo que aún tenía tiempo para dormir.

Reencarne En La Milft Kitzune Del Manga NTR Que Leí Where stories live. Discover now