Capítulo 21

147 26 1
                                    

"Bienvenido al manicomio"

Entro al baño con todas mis cosas y las dejo sobre el lavamanos para luego comenzar a quitarme la ropa sucia y húmeda que traigo puesta.

Camino hacia la regadera, abro la puerta del cancel y abro las llaves para dejar salir el agua.

Después de todo lo que pasó, en serio necesito un buen y relajante baño.

Espero unos pocos minutos en lo que el agua se empieza a calentar un poco y después escucho el ruido de la puerta abriéndose.

Rápidamente me doy la vuelta y me encuentro con Andrew, el cuál no está usando nada más que una toalla azul alrededor de su cintura.

—¡Oye! —me acerco rápido al lugar en dónde se encuentra mi toalla, la tomo y la uso para cubrirme —.¿Qué crees qué estás haciendo?

—Solamente quiero tomar un baño.

—¿Qué no tienes baño en la otra habitación?

—La abuela lo está usando, necesito bañarme. No me quiero enfermar.

—Pero por lo menos espera a que yo lo termine de usar, no seas pervertido.

—¡Oh vamos! No te creas especial.

—¿Sabes qué? Tú primero, yo puedo esperar un poco —le digo y comienzo a caminar hacia la puerta.

Paso al lado de Andrew, él me toma de la mano, me giro hacia el, toma mi otra mano, hace que suelte mi toalla, me lleva hacia la pared del baño y me acorrala contra ella.

—¿Q-qué estás haciendo? —pregunto nervioso por tenerlo demasiado cerca.

—¿Qué? ¿No podemos hacerlo?

—Tú sabes que esto no es más que una farsa —le digo.

—Farsa, que si tú deseas...—suelta mis manos y comienza a recorrer cada parte de mi cuerpo con sus manos lentamente —. Podemos convertir en realidad, Blake.

—Andrew yo...

El oji-azul de un momento a otro toma mi miembro con su mano izquierda ocasionando que un pequeño gemido saliera de mi boca.

—Tienes que... alejarte. Estás jugando con fuego, Andrew.

—Pues me gusta mucho jugar con fuego —dice para luego comenzar a mover su mano  de arriba hacia abajo —. No te resistas. No puedes hacerlo más.

Trago saliva y él acerca un poco más su rostro al mío mientras mueve con más velocidad su mano.

—Andrew...

—¿No vas a jugar?

Llevo mis dos manos hacia su toalla, la quito de su cintura, con una de mis manos tomo su miembro y comienzo a masajear de arriba hacia abajo.

Una sonrisa se dibuja en su rostro y un pequeño gemido también abandona su boca.

Él continúa masajeando mi miembro, de mi boca no salen otra cosa más que gemidos. Mi sangre está ardiendo, todo en mi está descontrolado. No me siento cómo yo.

¿Qué carajos estoy haciendo?

—An... Andrew...—jadeo —. No... podemos.

—Claro que si —responde —. Tú quieres, yo quiero. Podemos hacerlo sin problemas.

Él aumenta la velocidad en su mano, gimo un poco más alto, Andrew me suelta y yo a él, y me hace dar la vuelta para pegarme contra la pared.

El oji-azul se acerca mi oído derecho.

Tú Eres Mi Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora