K A F L I 40

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Todos los de la orden del Phoenix habían decidido tomarse unos días de relajación antes de que los más jóvenes regresaran del colegio, que el tema contra Lord Voldemort se hiciera más recurrente y tuvieran que tomar decisiones más difíciles; habían ido a un bosque cercano a un picnic mágico, donde los gemelos vieron por primera vez a sus padres desde que fugaron del colegio para abrir su negocio de artículos de broma, cosa que ya pronto será la inauguración.

Lilja estaba retando a todos a un duelo amistoso para sacar el estrés de todo lo que estaban viviendo, sirve que también era un entretenimiento para los espectadores, que también podrían aprender sobre hechizos diferentes para la próxima guerra mágica; hasta el momento la veela era quien había estado victoriosa, incluso cuando los gemelos la retaron para que fuera ella sola contra ellos dos.

—Ándale cariño— Moira empujó a Regulus para que se levantara de la manta que habían puesto en el suelo —Yo digo que si puedes ganarle.

—¡Sí!— se emocionó Lilja también parándose de la manta —Llevo todo el día queriendo tener un duelo contigo, pequeño Black.

—¿Conmigo?

—Eres el único que realmente no se va a retractar con la magia oscura— le guiño el ojo mientras se acomodaba para iniciar el duelo.

Todos se quedaron callados al ver como ambos hacían magia no verbal, veían como los hechizos eran lanzados de sus varitas; Bill, quien sabía lo competitiva que era su pareja, había notado como su sonrisa se había desvanecido e intentaba no dar un paso atrás. Lilja estaba haciendo incluso magia sin varita, como estaba acostumbrada en su aldea para que crecieran más rápido algunas plantas, pero en su mente estaba segura de que ella iba a perder contra alguien que tenía mucha más experiencia en duelos reales.

—¡Bravo!— se levantó Moira cuando la varita de Lilja salió de su muñeca y la veela perdía su brillo al saber que había perdido.

—Buen duelo, Regulus— dijo tomando su varita y dándole un estrechón de manos —Aún tengo mucho que aprender de ti.

Bill la recibió con los brazos abiertos para consolarla de que había perdido con mucha desventaja de conocimiento, práctica y tuvo miedo, ¿qué pasaría cuando no sepa reaccionar cuando estén atacando a alguien que quiera proteger y no sepa cómo? Volteo a ver a Bill que se estaba riendo de cómo los gemelos nuevamente habían fracasado en un nuevo invento para su negocio; Lilja debía volver a ponerse a estudiar si es que quería que alguien cercano a ella tuviera una desenlace no agradable.

—¿Qué haces aquí Kreacher?— Lilja volvió a enfocarse en lo que estaba pasando en el picnic, no se había percatado que el elfo de Regulus había aparecido en medio de ellos.

—El joven Potter se comunicó por medio de la chimenea, amo Black— habló el elfo con su voz calmada —Estaba buscando al deshonor de la familia Black, pero Kreacher quería decirle que estaban disfrutando de un picnic.

—¿Qué dijo Harry? ¿Para qué me buscaba?— habló Sirius, acercándose lo más rápido al elfo.

—Kreacher no alcanzaba a escuchar los balbuceos, pero decía que lo estaban atacando— el elfo doméstico suspiro al tener que responder a quien no le caía bien —Pero Kreacher no entendía por qué estaban atacando al señor Black si estaban en un picnic.

—¿Harry dijo algo del lugar donde lo estaban atacando?— preguntó Moira, quien se había ganado también un pequeño lugar en el corazón del amargado elfo doméstico.

—Harry dijo algo de esferas, señora Black.

—¿Se refería al salón de las profecías?— preguntó el señor Weasley —Ya no hemos hecho rondines en esa zona desde el ataque de la serpiente.

Lilja conjuro un patronus para buscar a Dumbledore y preguntarle si era posible que alguien se estuviera metiendo en la mente de Harry; sin embargo, la veela no podía quedarse con las manos atadas, sobre todo, cuando nadie sabía exactamente qué hacer ante aquella situación, por eso, se levantó rápidamente y se apareció en su cubículo, sin perder ningún tiempo y correr hacia donde probablemente estarían los adolescentes.

Las puertas giraban y giraban, mostrando las diferentes habitaciones que estaban en ese departamento, la veela entró a la Sala de Profecías, pero vio todo destruido y nuevamente fue a las puertas, la puerta giró hasta que se encontró con los cinco adolescentes viendo el Arco, pero giraron a su alrededor y Lilja noto que había adultos también entrando a esa habitacion.

—Harry, Ron, Hermione, Luna y Neville están en la habitación del Arco— Lilja mando su patronus —Voy a entrar para protegerlos.

Lilja empezó a desarmar a quien tuviera en frente de ella al momento de bajar, sabía que iba a ser una pelea injusta, pero no podía quedarse con las manos atadas mientras veía como los adultos se aprovechaban de su conocimiento; Lilja se sintió como la niña de 11 años al ver que los mortifagos estaban intentando matar a quien evitará que se logrará la misión que Lord Voldemort les había encargado.

La veela se cubrió, temiendo por su vida y por los demás adolescentes que también estaba internado luchar, motivados a que Lilja viniera a apoyarlos; sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando los integrantes restantes de la orden llegaron a también ayudar y proteger a los adolescentes que estaban heridos y no querían formar parte de esta batalla. Bill había llegado y se había colocado a su espalda mientras luchaba contra tres mortifagos enmascarados; la orden del Phoenix estaba ganando, tal vez era que durante el picnic estaba practicando los duelos y hechizos que no estaban acostumbrados en su vida cotidiana.

—¡Bien hecho James!— ambos voltearon a ver a Sirius, celebrando que acaban de desarmar a Lucius Malfoy y dejándolo inconsciente al lanzarlo contra la pared. Todos respiraron con tranquilidad al saber que, poco a poco, todos iban ganando y pronto esto terminaría.

—¡Avada Kedavra!— todos giraron al escuchar aquel hechizo, Lilja solo lanzó un hechizo esperando que llegara a tiempo para salvar a alguien de su muerte.

La magia de la VeelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora