46

75 11 1
                                    

Pasan los días, Damián sigue buscado mil motivos para reunirnos y Donna, Albert y Fly se han encargado de mantenerlo a distancia sin preguntas.

Armando salió de viaje ignorándome por primera vez en años y ha dejado a Marta encargada de todo; insólito.

Connor me ha enviado mensajes todos estos días, excepto hoy. Justo hoy, no creí que diría esto, pero extraño a ese tonto.

- Charlotte — entra Donna en mi oficina como si estuviera huyendo — ¿hay fuego?

- Casi, mataré a esa pesada, se cree la dueña nada más porque Armando la dejo a cargo. Ustedes siempre se han llevado como amigos ¿Por qué la dejo a ella a cargo?

- No lo sé, tiene problemas. Olvida ese tema, ¿Qué deseas? — digo enojada, pero por el tonto que se desaparece de esa manera.

- Creo que sufres de bipolaridad, esos cambios de humores tan drásticos no son normales.

- La gente no es normal; ve a tus clases o con el vecino sexy — la miró, está sonriendo — vaya que sonrisa, las cosas avanzan bien con el vecino.

- No hay ni un día que no me llamé o quiera verme, me pidió que me fuera hoy con él para una excursión todo el fin de semana.

- Ya perdiste mucho, me alegra que avances — arruga su boca de mala forma — ¿No están bien?

- Más o menos, es que Albert se presentó ayer en mi casa con la cena — no lo creo — ahora se le dio por ser atento, ver qué necesito y a decirme cosas extrañas.

- ¿Extrañas?

- ¿Qué estoy bonita? ¿Qué si me siento bien? ¿Qué si lo extraño? ¿Cuándo vamos a volver? Qué puede acceder a qué me quedé unos días más en su casa, podemos cambiar la rutina, qué me quiere y que un recién llegado no puede acabar con tanto amor entre nosotros y un montón de cosas más.

- ¿Tanto amor? Si él fue quien te rechazo cuando le pediste matrimonio.

- Lo sé. Igual no le quiero lastimar diciéndole que me acosté con el vecino sexy.

- No tienes que decirle nada, terminaron, no le debes nada, Donna, fue él quien no quiere avanzar.

- Esto es un enredo, no sé qué hacer — golpearte — Andrés, apenas lo conozco y ya nos hemos peleado.

- Lo bueno de pelear es que sigue la reconciliación.

- Esto es serio. Todas nuestras peleas son por Albert, porque no le dije que tenía novio, que me busca, y porque no quiero quedarme a dormir en su casa.

- ¿Por qué no te quedas en su casa? Ya se ha quedado en la tuya y ya sabes donde vive.

- No me quedo a dormir porque no está bien ¿Si me asesina mientras duermo? — ¿bromea?

- ¿Te va a asesinar en su casa y no en la tuya? Lo que dices no tienes sentido, Donna.

- Ya lo sé, la verdad, es que meda, miedo; siento que vamos volando sin paracaídas, me gusta lo que estoy viviendo, y pienso que tal vez estamos dejándonos llevar, que esto terminará mal cuando pasemos la novedad.

- No puedes pensar así, disfruta lo que estás viviendo, pero no retrocedas como el cangrejo, ahí no hay futuro.

Escuchamos un par de gritos desde afuera, Donna pone sus ojos en blanco y veo a Fly entrar a mi oficina cayendo al mueble.

- ¿Recuerdan cuando dije que tenerte como jefa en lugar de Armando era una tortura? — pregunta viéndome — me equivoqué, te prefiero a ti. Esa es peor, detesto a las personas que se le sube el poder a la cabeza.

Bajo la lluvia de estrellas.Where stories live. Discover now