⁰⁹ [ᴀʟᴇʀᴛᴀ ᴅᴇ ᴀʙᴏʀᴛᴏ]

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Las cosas para Bellingham no siempre fueron fáciles, había tenido momentos débiles y fuertes, pero ay una que siempre lo marcara toda la vida.

Cuando su madre estaba en cinta, se estresaba mucho, tanto así que le dio un aborto, gracias a Dios aquello pudieron manejarlo los doctores.

Pero le comentaron a su Madre que si ella llegaba a tener un Omega el tendría la misma alerta de aborto con todos sus hijos.

Lo cual si había sucedido le pasó con Harry recuerda que pasó, cuando el y Haaland había tenido una fuerte discusión y tuvó aquella alerta, bueno casi lo pierde.

Y ahora va por el mismo camino.

¿Como? Fácil el estrés que le brinda su club.

Últimamente su club ha tenido una serie de lesiones lo cual a llevado a que sea la última esperanza del Madrid con los demás fichajes.

Algo la verdad muy difícil, era de noche estaba demasiado cansado había tenido un excelente inició de temporada.

Descansaba cuando sintió su parte íntima mojada, al comienzo pensó que era su celo pero no sentía feromonas ni nada por el estilo.

Empezo a tener un dolor liviano para en su vientre semi-abultado cuando llegó pudo ver la sangre y el dolor aumentó se asunto mucho, no sabía que pasaba.

Aún?

Empezó a doler cada vez más, por un momento ya no sintió su bebé moverse eso más lo asusto, empezó a sangrar cada vez más hasta el punto que había manchado el retrete y el lavamanos.

—Haaland! Asg~! haaland, ayudame porfavor! —las lágrimas salian dolía como bestia.

Haaland al escuchar a su Omega corrió donde el, al entra lo vio tirado en el baño con la mayoría de cosas manchada.

—Amor! Amor! ¿Que pasó? Vamos al hospital —Agarro a su Omega entre sus brazos y se lo llevó a la salida.

Lo entró al carro y salieron a toda velocidad, el Omega estaba demasiado asustado mientras que el trataba de calmarlo con sus feromonas.

—No botes feromonas! —Lo decía mientras lloraba

—Lo siento.

Por la velocidad de Erling llegaron al hospital, donde lo atendió alguien de confiaza..

—Tranquilo todo estará bien.

—déjeme pasar!

—No lo siento no puedo.

Sin más se llevaron al paciente al cuarto, como me uviera gustado que nunca lo ubieran llevado.

—Compañeros porfavor vayan afuera yo me encargó busquen los dieron y todo. —Hablo el extraño.

Todos obedecieron, y salieron dejando al supuesto doctor y al paciente.

—¡What the fuck does he not see that I can lose my puppy! —Hablo Bellingham alterado.

—Eso quiero.

Se bajo el cubrebocas y dejó ver su rostro, lo único que recuerdo al final fue a el inyectando algo en mi brazo y yo perdiendo la conciencia.











¿Quien es?
Soy muy predecible como la Rosa de Guadalupe.

volveré [Jude y Haaland] ABANDONADA 🚫⚠️Where stories live. Discover now