No somos destinados, Guille

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Los partidos contra Polonia y Arabia serían el mismo día por lo que no podían apoyarse mutuamente al menos de forma física, aunque Ochoa había decidido enviarle un detalle provocando en Messi un gran sonrojo. Al llegar a sus respectivos vestidores todo el equipo se percató de un olor floral y el primero en entrar fue Emiliano que descubrió un cesto de flores con una bonita dedicatoria — ¡Hey Capi! ¡Es para vos! — dijo con una gran sonrisa y Lionel caminó nervioso hasta aquellas flores sintiendo su corazón latir de emoción, sobre todo al ver ese bonito mensaje.

Toma una florecita porque eres una pulga muy bonita y mereces todo lo bonito del mundo.

Todos empezaron a molestar al capitán de la selección de Argentina que solo veía como un bobo esas bonitas margaritas, acariciando los pétalos con mucho cuidado hasta que Scaloni soltó un largo suspiro — Alístense, el partido está por comenzar — fue lo único que pudo decir con una leve sonrisa, decidió salir a los pasillos y caminar al baño para mojarse un poco la cara rezando que eso le ayudará a controlar más todas esas emociones no dichas en todos estos años hasta que escuchó como la puerta se abrió y giró un poco la cabeza — Estoy bien, Beck... — dijo un poco apenado.

El británico solo caminó hasta él para mirar como jugaba con el agua hasta que soltó un largo suspiro — Suerte en el partido, aunque no lo necesitas... Amor — la última palabra lo dijo tan bajo, no mentiría a su alma. Alberga el temor de perder de forma definitiva a Scaloni en este evento y sus inseguridades volvían a nacer pero trataba de aparentar ser un alfa sereno aunque empezó a reír un poco ante su pensamiento intrusivo provocando confusión en su esposo — Vamos, ya está por empezar el partido — fue lo único que dijo Beckham antes de salir — Quién diría que ese cachorro, me causaría tal inseguridad — susurró para si mismo hasta que llegó a los vestidores de la selección de Argentina y se quedó sorprendido al ver a su sobrino mirar aquel cesto de flores con una sonrisa, ni siquiera tuvo que averiguar quién se las envío.

En todo el lugar coreaban de forma graciosa el chisme — ¡Hey! ¡Muchachos, un águila aterrizó en El Rosario y se robó el corazón de nuestra pulguita! — Beckham admite que ver a su familiar callándolos a todos con las mejillas rojas, le era un poco divertido.

En otro estadio la selección azteca se mostraba ansioso ya que sabían que tenían que ganar sí o sí para poder clasificar a octavos de final, Guillermo se mostraba serio ante las cámaras y ambos equipos salieron a iniciar el partido que daría historia y sin saberlo, cierto arquero de la selección alemana había acudido para animar a su amigo donde no pudo evitar recordar como se conocieron en ese amistoso que se llevo acabo en Estados Unidos hace algunos años.

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Manuel Neuer cuando conoció al portero mexicano quedó totalmente flechado, desde su encantadora sonrisa hasta su actitud tranquila. Jugar contra México y perder, fue lo mejor que le pudo hacer pasado, aunque era su secreto así que después del partido no dudó en acercarse un poco para saludarlo con una sonrisa, aunque notó un olor un poco fuerte en él que llegó a lastimar un poco nariz — Gran juego, Memo — expresó emocionado, aunque solo ver como le dedicó una sonrisa para salir huyendo hasta los vestidores lo desanimó un poco.

Hasta que se lo encontró en la salida del estadio conversando con sus compañeros de equipo — ¡Buen Juego, Manuel! Una disculpa con mi descortesía de hace un momento... necesitaba ir por unas cosas — expresó apenado provocando cierta ternura en el alemán que no dudó en acercarse hasta los mexicanos para poder conversar un poco sin percatarse que la prensa, inundaría las redes sociales con títulos amarillistas.

Después de tantos añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora