━━━━━━ ¿uni? y dos borrachos
AL FINAL SÓLO HABÍAN ido ella y Germán, porque Carre tuvo un imprevisto entonces tuvo que ir de nuevo a su departamento. Aunque eso no le incomodó, disfrutaba de la compañía del castaño frente suyo.
─── ¿No te gustan las verduras? Pero Mel, si tenes una cafetería ósea cocinas, ¿como no vas a comer verduras? ───.preguntó German riéndose mientras mordía una de sus papas fritas.
Reí mientras tomaba un sorbo de mi coca cola zero.─── Que sea cocinera no significa que me gusten ciertas cosas Ger. Además yo cocino cosas dulces, no cosas saladas aunque también sé algunos trucos ───.le guiñe el ojo divertida y este soltó una risita.
───No, no, es que me parece impresionante. Igual no te juzgo, a mi no me gustan ciertas comidas tampoco───.afirmó con un gesto de la mano.─── ¿Hace cuanto vivís en Buenos Aires?
─── Hace una semana ───.respondí simple y este casi se ahoga a lo que comencé a reír a carcajadas pasándole una servilleta.
─── ¿Cómo que una semana Mel?
Asentí─── Antes vivía en San Martin de los Andes con mis papás, allá teníamos la cafetería familiar. Luego yo pedí que crezcamos, si nos estaba yendo bien allá sabía que acá también aunque la competencia sea más dura ───.me encogí de hombros y este me miraba atento con una pequeña sonrisa.
Ger podía pasar horas escuchándola y no se iba a cansar, tal vez en eso se parecería a su chat.
─── Yo vivía en Entre Ríos; Crespo, después me mudé a Santa Fe y por último terminé acá───.sonrió y asentí comiendo mi hamburguesa.
─── ¿Y de que trabajas Ger? ¿O estudias?
Germán lo pensó, ¿sería buena idea decirle que es streamer? no sabía cómo iba a reaccionar, ni siquiera sabía si después de eso iba a seguir hablándole por decisión propia o por interés. Cuando charlaron con Spreen y les dijo que ahora tenía miedo de relacionarse con gente por miedo a que se aprovechen de él, no le creía pero ahora lo entendía.
ČTEŠ
𝐏𝐀𝐏𝐄𝐑 𝐑𝐈𝐍𝐆𝐒 ❛ unicornio
Fanfikce♯ ‹ ♡ strangers to friends to lovers ' - ︴ 𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 Unicornio se enamora de la vecina con muchas pecas, pero también de sus facturas, cafés, galletas y de su gato. 𝐎 𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 Melanie se enamora...