Capítulo 24

2.3K 118 1
                                    


HIRAKU TOSHIBA

Capítulo 24

Aina Sanz

He llorado por un buen rato la muerte de mi mamá, ni Iñaki ni el señor Toshiba me han dejado sola ni por un solo momento y de cierta manera les agradezco tanto esto. Mis piernas están demasiado débiles para continuar y el deseo de venganza es lo único que me a manteniendo con vida.

Me arrodillo ante la tumba falsa de mi madre que Hiraku me ha construido para que no sienta tanto el vacío de Lourdes y aunque nuestra pelea de hace unos días me hacía pensar que todo esto acabaría mucho peor, creo que de alguna manera nada salió como lo creía.

En algunos momentos me siento cansada de tanto llorar, así que he decido ser mucho más fuerte y es por eso que le he pedido al señor Toshiba que me enseñe a disparar. La última vez logré salir de las garras de Anderson con algo de suerte, pero no sé qué pasaría si algo como esto llegase a suceder de nuevo y aunque intente imaginar que no va a ser así, sé que pasará. Él volverá a joderme la vida.

El japonés me sonríe apenas empuño el revolver que me ha dado pero mi pequeño y frágil cuerpo se zarandea apenas el metal desequilibra mi cuero, mi brazo me duele por completo por el peso del arma de fuego y dudo un par de veces antes de apuntar hacia mi objetivo, pero como lo pensaba, he fallado en mi primer intento.

—Debes de concentrarte, sé que parece difícil, pero canaliza todo ese odio que sientes en tu objetivo. Imagina que es ese hijo de puta... Desea apuntarle a la cabeza, hazle pagar por todo lo que te ha hecho.

Masculla el hombre tatuado para animarme, cierro los ojos para escuchar mi respiración, quiero verlo muerto, pero antes de eso lo que deseo es verlo arrodillado delante de mí pidiéndome perdón. Lo necesito. Necesito verlo miserable y sin esperanzas.

Vuelvo a disparar y fallo nuevamente; aprieto mi labio inferior y sostengo con fuerza el mango del revolver para volver a tirar, no merezco nada de lo que me está haciendo. Halo del gatillo y solo sé que lo he logrado al escuchar la algarabía de Hiraku e Iñaki. Ambos corren hasta mí para abrazarme y sonrío porque sé que de ahora en adelante haré que todo cambie.

—Necesito que me acompañes a un lugar—inquiere el japonés alejando sus manos de mis hombros—Iñaki también ira con nosotros y no es porque yo quiera. —lo aniquila con la mirada. Mi mejor amigo pone los ojos en blanco para acto seguido tomar mi mano, pero en menos de lo que canta un gallo el señor Toshiba se lo quita.

—¿Puedes dejar de ser infantil, viejo? —escupe el español haciendo que la pelinegra abra los ojos ofendidos.

—¿A quién le dijiste, viejo? —se hace el ofendido y doy un paso hacia atrás porque ya van a empezar de nuevo con sus tonterías.

—A ti—declara Iñaki luego de algunos segundos de risas—Hasta aquí puedo oler los pañales. —mi boca forma una perfecta "O" en el justo momento en que lo escucho decir semejante insulto.

—Estás muerto—mi amigo niega.

—Estás muerto, tú, si me llegas a tocar—ambos me miran y lo único que puedo hacer es darme media vuelta y huir de aquí para salvar mi vida.

Esa guerra es de ellos, no mía...

(***)

Nunca pensé en mi vida que estaría en este lugar.

Mi respiración está tan agitada que siento que me voy a desmayar en cualquier momento, Hiraku me da su mano apenas llegamos a esta lujosa mansión encima de una colina a las afueras de Barcelona y debo mirar un par de veces a Iñaki para sentirme más segura. El revolver que se encuentra ajustado a uno de mis muslos debajo de este costoso vestido rojo hace fricción contra mi piel haciéndome sentir un poco irritada.

Hiraku Toshiba +18 (+21) Terminada ✔️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora