Capítulo 4.

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-,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,, - "¡¡Despierta!! ¡¡Despierta!!"
Mi alarma sonó con ese ruido de nuevo, afortunadamente logré apagarlo antes de que me llamara boba.

Estando en la cama sin ninguna intención de levantarme me recoste mirando hacia el techo con mi mente en blanco. Derrepente una sonrisa apareció en mi rostro al darme cuenta de que no habia despertado a mitad de la noche por primera vez despues de mucho tiempo. Me sentí relajada y feliz de haber disfrutado una noche completa para dormir.

Me levanté lentamente estirando mis brazos y mi espalda y heche un pequeño bostezo sacando toda mi flojera. Camine hacia mi pequeño baño y tome una ducha que relajó mi cuerpo. Mientras masajeaba mi cabellera con el shampoo recorde la razón por la cual despreciaba tanto a Alexander Mavericks.

Fué en el último año de preparatoria cuando lo vi pasar por uno de los coderrisos apresurad8,kjgamente. Miré en su rostro preocupación y terror mientras se alejaba.

Como yo soy muy curiosa decidí seguirlo, pero mi intención no era espiarlo, yo solo queria ofrecerle mi ayuda ya que se veía muy preocupado.
Cuando logré alcanzar sus pasos, antes de llegar por completo hacia donde el estaba, observé como un hombre de gabardina negra y lentes de contacto obscuros se acercó hacia el. Alexander discretamente le dio un disco y el hombre misterioso lo arrebató de sus manos y se fue rápidamente.
Note que la expresión de Alexander se relajo por completo y sin yo darme cuenta de lo obvia que estaba siendo al observarlo sorprendidamente Alexander se percató de mi presencia y me miró con ojos de furia.
Mientras yo estaba recargada en una de las paredes del corrediso mi corazón se aceleró al ver que Alexander se movía apresuradamente hacia mi. Noté que su rostro estaba encendido en enojo y me di cuenta de que no se acercaba hacia mi con buenas intenciones, así que decidí huir corriendo, pero cuando menos lo pensé Alexander ya tenía agarrado uno de mis brazos y me estrelló fuertemente contra la pared.
Mis ojos estaban exaltados al ver su presencia frente a mi.
Intente empujarlo pero me fue imposible.
Ma acorralo con sus dos brazos y bajó su mirada asta encontrar la mia.
Mi respiración se hacía cada vez mas rapida y sus ojos eufóricos se clavaron en los míos.
Intenté hacer un movimiento pero fue en vano. Tomo mis dos pequeñas muñecas con sus manos y las recargo en la pared con mucha fuerza haciendo imposible que yo pudiese escapar.
Lo miré con un gesto de asombro en mis ojos y el hecho una sonrisa maliciosa.
Despues lentamente se acerco a mi oreja y susurró con sus labios:
"Asi que te gusta espiarme..." y echando una carcajada sarcástica hizo que mi piel se enchinara. Sin yo poder decir nada a causa del miedo se acercó de nuevo diciendo:
"No es la primera vez que una zorra como tu se mete en mis asuntos. No esperaba mas de ti"
Al escuchar sus balabras hirientes mis ojos se llenaron de lágrimas.
"Si lo que quieres es un pequeño rato conmigo para complacerme ¿entonces porque esperaste tanto?" Susurró con ardor en sus labios.

Sus balabras se clavaron en mi pecho como espadas e hirió mi ego al asegurar que yo era una fácil.

Depronto removió su rostro de mi oreja y clavo su mirada de nuevo en la mía.
Mis ojos ya no podian soportar mas las lágrimas así que algunas escaparon y se derramaron por mis mejillas.
Al ver mi expresión Alexander solto una riza sarcástica deslizando mis dos brazos hacia arriba sosteniendo mis muñecas debiles con una sola mano, mientras con la otra removia el cabello de mi cuello dejándolo desnudo.
Se acercó lentamente dejándome sin aire y murmuró con una voz sexy y seria:
"Si mencionas una palabra de lo que acabas de presenciar, me encargaré de que tus lagrimas falsas tengan una razón mas emotiva..."
Y de esa manera se retiró de mi cuidadosamente y siguió caminando dejándome parada tratando de regresar el oxígeno a mis pulmones.

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