la librería ★ spruan

veintidós

juan llegó a su casa alrededor de las ocho y media de la noche, spreen lo dejó justo en la puerta y tras despedirse con un corto beso en la mejilla, se adentró con rapidez, otra vez sintiendo su corazón agitado y su estómago cosquilleando.

-cariño, creí que vendrías más temprano- le dijo su madre desde la sala cuando lo vió entrar, cenando junto a su esposo.

-¿en qué andas ahora, juan?- preguntó su padre con cierta sospecha.

-¡no es nada!- negó con la cabeza repetidas veces, nervioso.

-el chico que te vino a dejar, ¿es spreen?

juan se sonrojó, recordando automáticamente lo sucedido y corrió escaleras arriba, no iba a decirles a sus padres que se habían besado y que estuvo en una cita, lo molestarían por un buen rato.

Xena rió por lo bajo mientras su esposo la miraba con una expresión confusa; su hijo había sido bastante obvio, pero ya no le diría nada al respecto, esperaría a que él mismo les contara, confiaba en eso.

juan se encerró en su habitación, aliviado por haber huido con éxito de ese interrogatorio. encendió la luz y dió un pequeño respingo al encontrarse con ari en su cama, usando pijama y con el celular en las manos. la chica lo miró con desinterés y siguió en lo que estaba.

-¿qué haces aquí? me asustaste- se quitó los zapatos y los tiró, caminando hacia su armario para sacar su ropa de dormir.

-lo de siempre- se encogió de hombros, tomando asiento sobre el centro de la cama.

-pasas más tiempo aquí que en tu casa.

-tienes razón- asintió lentamente -pero también es cierto que tu mamá me quiere más que la mía, así que deja de quejarte y dime por qué vienes a esta hora.

juan esbozó una corta sonrisa y mordió su labio inferior para no gritar de la emoción.

-salí con spreen en una cita- tapó su rostro con ambas manos sin poder evitar sonreír.

-¿una cita? ¿de verdad?- pareció más interesada, pegando sus rodillas a su pecho, atenta -¿y qué hicieron?

-pues...me regaló una rosa, me compró hamburguesas y vimos una película en el parque- sus ojos brillaron con clara emoción con cada palabra que decía.

-¿solo eso?

-es más que suficiente- hizo un puchero, metiéndose al baño para cambiarse de ropa -spreen es muy lindo conmigo.

un par de minutos después, salió del baño ya con ropa de dormir, en sus labios todavía estaba esa sonrisa llena de complicidad que obviamente, ari notó e identificó.

-hay algo que no me estás contando- dijo con seguridad, y claro que no se equivocaba, el sonrojo en las mejillas de su mejor amigo lo decían todo -vamos, dime qué más- animó, haciéndose una idea del por qué, juan parecía avergonzado.

-bueno...si pasó algo más- mordió su labio interior en un fallido intento de evitar sonreir.

-te escucho- pestañeó varias veces, escuchándolo con atención.

-spreenmebesó- sus palabras salieron demasiado rápido y en voz baja, desconcertando a la rubia.

-¿qué? habla bien, no te entendí- pidió, acercándose para escucharlo mejor.

juan suspiró y tomó asiento frente a ella en la cama, jugueteando ocasionalmente con sus dedos sin poder verla a los ojos.

-dije que spreen me besó- repitió con más claridad. levantó la mirada segundos después para encontrarse con la sorprendida mirada de ari que pronto se convirtió en una gran sonrisa.