Court Sessions and Misimpressions - dramione *TRADUCCIÓN*✓.

3: Citación.

Un estallido brillante desde fuera de su habitación hizo que Hermione se disparara fuera de su cama, con su columna vertebral recta y su corazón acelerado. Buscando a tientas alrededor de la mesita de noche su varita, apretó los dedos con fuerza alrededor de la madera de vid. No importaba cuánto tiempo hubiera pasado desde el final de la guerra, sabía que nunca desaparecerían la ansiedad e hiperconciencia cada vez que había un sonido repentino. Incluso ahora, mientras se desenredaba de sus sábanas y tropezaba hacia la puerta del dormitorio, podía escuchar las palabras "vigilancia constante" resonando en sus oídos.

Resbalando sobre sus zuecos perfectamente aceptables, giró lentamente la manija y abrió la puerta. Escaneó el pasillo, con su varita frente a ella y lista para lanzar un hechizo en cualquier momento, cuando escuchó una voz chillar: 

—¡Señorita! ¡El Maestro Draco le está pidiendo a Tilly que la lleve a la Mansión de inmediato!

Su mirada bajó para ver a un frenético elfo doméstico parado frente a ella, vestido con algo que se parecía sospechosamente a un tutú. Sus ojos se fijaron en el reloj colgado en la pared frente a ella y se abrieron cuando vio la hora.

¿Qué podría querer Malfoy de ella a las dos de la mañana?

Tilly tiró de su mano con insistencia, y Hermione gimió, dándose cuenta de que no tenía otra opción. Si Malfoy tuvo que recurrir a llamarla un sábado, y tarde en la noche, o más bien temprano en la mañana, debe ser urgente. Mirando su camisola y sus pantalones de pijama sueltos, estaba a punto de decirle al elfo que necesitaba cambiarse primero cuando sintió un cosquilleo familiar justo debajo de su ombligo.

Apenas tuvo tiempo de procesar lo que estaba sucediendo cuando fue arrastrada por un remolino de apariciones laterales.

Hermione aterrizó en un salón profusamente decorado y se tambaleó ligeramente, todavía mareada por el viaje inesperado. Antes de que pudiera tener la oportunidad de recuperar el equilibrio, un grito penetrante asaltó sus oídos.

—Tarde, Granger—, escuchó a Malfoy quejarse en su típica moda titulada mientras salía de un pasillo oscuro, y pudo distinguir la silueta de un Scorpius agitado en sus brazos. Trato de no maldecir delante del bebé. —Ha estado así durante una hora. Le leí 'El dragón danzante' cuatro jodidas veces; Incluso eso no pudo hacer que se detuviera.

Hermione no pudo evitar sonreír ante la idea de que Draco Malfoy leyera el libro de un niño pequeño en voz alta a su hijo, pero la sonrisa se desvaneció rápidamente cuando entró en la tenue luz del salón, a la vista. Sus ojos se posaron en su rostro, y casi se ahoga al ver sus siempre elegantes gafas con montura de alambre dorado torcidas. En todos sus años de trabajo con él, nunca los había visto con ni siquiera una mota de polvo en las gafas, y mucho menos sentados completamente torcidos en el puente de su nariz.

Su ropa de dormir era otra cosa completamente diferente. No era como si ella esperara que durmiera con su costoso traje y túnicas a medida, por supuesto, pero ciertamente no había estado preparada para verlo con una camisa de algodón y pantalones con cordón que colgaban peligrosamente bajos de su cintura, revelando una astilla de la piel pálida de su abdomen de la que tuvo que obligarse a apartar la mirada.

No pudo evitarlo, honestamente. No había estado con nadie desde Ron, y eso había sido hace más de dos años. Además, era pasada la medianoche y su mente estaba un poco aturdida.

Otro chillido la hizo volver su atención a Scorpius, y su corazón se rompió ante su angustia. Ella sabía cuánto dolor debía tener en este momento: los dientes afilados que cortaban las encías sensibles estaban destinados a ser dolorosos. Era bueno que ella supiera cómo ayudarlo. No había estado exagerando cuando dijo que James había estado aún peor cuando le estaban saliendo los dientes.