Llegó, el día de su boda.
Casarse con la mujer más bella y deseada de todo londres... Shouko Komi, pero...
Casarse con una mujer... que no amas y por conveniencia de sus familias.
Tadano es un chico normal y común, que al cumplir sus 18 años ya come...
Al saltar Tadano comenzó a gritar pues, era la segunda vez que caía, "no puede ser, otra vez?" Él cerro los ojos esperando otro impacto hasta que comenzó a flotar, su falda se abrió como sombrilla haciendo que su caída fuera lenta y suave, Tadano se sonrojo pues sentía todas sus piernas descubierto al mundo, obviamente no lo bajaría pues lo ayudaba a no caer muerto, y desde esa altura miro el cielo azul y hermoso, los árboles eran pequeños y de colores al igual que el pasto solo que parecía ser un cuadro de ajedrez y un camino amarillo.
Al llegar al suelo rápidamente bajo su falda y miro mejor su alrededor, era un lugar tranquilo pero muy extraño, los árboles de colores, el césped y por último el camino.
-"Ahora que hago?"
Tadano no sabía que hacer ni a dónde ir ahora, perdió al conejo y lo único que tenía era el reloj, -"espera... ¡El reloj!" Busco el reloj que se escuchaba por ahí tirado, cuando lo encontró y vio que estaba en perfecto estado y era muy grande, tal parece que todo lo que es pequeño es grande y lo grande pequeño, de un momento a otro observo que las manejas del reloj formaban una flecha, como si le apuntaran algo y no se equivocó, las flechas le indicaban que siguiera el camino amarillo dónde se encontraba, no tenía muchas opciones y no sabía que mas hacer a demás de seguir el camino.
-"y si me llevan a un lugar peligroso? En todo caso eso importa ahora?"
Y así, comenzó a caminar solo por el camino que tomaba y para su sorpresa era hacia el bosque.
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Cada vez que avanzaba los árboles que eran pequeños se volvían más grandes, hasta el punto en el que se volvió un gran bosque que incluso el césped creció también, que parecían árboles.
Paso un buen rato hasta que se hallo en lo que parecía una...
Eran flores, pero, estaban... ¿Muertas? Algo no andaba bien, guardo el reloj en uno de los bolsillos del vestido y se adentro al jardín de flores.
Todas estas estaban derramando un líquido negro y verde, el olor parecía a cadáveres pero aparte de todo eso, Tadano no sabía que le aterraba más, la escena de las flores descuartizados o sus rostros humanos todos deformes. Siguió caminando tratando de no pisar a las flores, las voces de su cabeza le decían que era mejor irse, que todo ahí ya estaba echo, pero el siguió hasta que escucho que alguien cantaba, era una melodía bonita y triste tanto haci que Tadano jura que podría llorar, las voces le seguían diciendo que se fuera pero él no obedece, a él le encantaba las flores recuerda muy bien que tenía un lugar donde sembraba flores de todo tipo en Londres hasta que se deshizo de todo, no estaba bien visto que un hombre le gusten las flores, lo consideraban anormal eso solo era para mujeres.
Cuando llegó al lugar donde estaba la misteriosa voz vio que era una rosa blanca era hermosa y sus pétalos blancos y puros como la nieve pero había algo peculiar en ella, su ojo izquierdo estaba cerrado y en este se derramaba un líquido negro, casi el mismo que el de las demás, se acercó a ella y las voces de su cabeza gritaban que se alejara pero al estar lo suficientemente cerca de la flor se callaron.
