Compromiso

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**12**

La luz dorada del sol comenzó a filtrarse en la tienda de campaña de Bandit mientras la mañana pintaba el campamento con colores suaves y cálidos. Bandit abrió los ojos y, para su sorpresa, se encontró con las caritas emocionadas de sus dos hijas, Bluey y Bingo, mirándolo fijamente.

"Papá, ¿puedes jugar con nosotras?" preguntó Bluey, con entusiasmo en sus ojos brillantes.

Bingo asintió vigorosamente. "¡Sí, papá, por favor!"

Bandit, aún medio adormilado, bostezó y se frotó los ojos. Luego, dirigió su mirada a su esposa, Chilli, quien estaba echada a su lado, fingiendo estar dormida pero con una sonrisa en el rostro y un ojo abierto.

Bandit volvió su vista a las niñas y les lanzó una mirada de súplica, pero ellas parecían haber planeado esta emboscada con anticipación. Antes de que pudiera responder, Bluey y Bingo hablaron al unísono.

"Necesitamos que jueguen con nosotros, ¡los dos!" exclamaron llenas de energia.

Bandit se rascó la cabeza, aún adormilado y confundido. "¿A qué juego?"

Las dos niñas compartieron una mirada traviesa y misteriosa. Bluey sonrió y respondió, "No te diremos hasta que aceptes, papá."

Bandit se negó exagerando su respuesta. "¡Oh, no, no, no! Es demasiado temprano para los juegos, chicas."

Sin embargo, ambas niñas comenzaron a implorar y suplicar. "¡Por favor, papá! ¡Queremos jugar ahora!"

Bandit finalmente se rindió, sabiendo que no podía resistirse a esas caritas. "Está bien, está bien, jugarémos. Pero primero, necesitamos desayunar."

Las niñas dieron saltos de alegría y salieron de la tienda de campaña, mientras Bandit y Chilli los seguían.

Después de un desayuno rápido y alegre, Bandit se estiró y miró a sus hijas con curiosidad. "Bueno, ¿qué juego tienen en mente esta vez?"

Bluey y Bingo, tomaron aire para luego gritar al mismo tiempo "¡Jugaremos a la boda, papá!"

Bandit arqueó una ceja, sorprendido por la elección del juego. "¿La boda de nuevo? ¿Por qué quieren jugar a eso?"

"Porque queremos imaginar cómo fue su boda, papá." Dijo Bluey.

Bingo asintió, siguió las palabras de su hermana. "Sí, también queremos alistarlos y arreglarlos antes de la boda."

Bandit miró a Chilli, quien también parecía sorprendida pero interesada en la idea. Con un suspiro, Bandit aceptó el desafío. "Está bien, jugaremos a la boda."

Las niñas aplaudieron emocionadas y fueron por algunas cosas dentro de la tienda de acampar. Bandit y Chilli intercambiaron miradas, aceptando que esto iba a ser un juego lleno de diversión y risas.

Bingo llevó a Chilli un poco lejos, mientras Bluey se quedaba con Bandit. Ella le colocó un sombrero, luego en hojas de papel comenzó a dibujar varias cosas como un corbatin, unas mancuernillas y un adorno floral.

"Papá, ¿cómo te sientes por tu boda?" preguntó Bluey, interesada en conocer los detalles.

Bandit exageró su alegría y emoción mientras respondía. "Me siento increíblemente feliz, Bluey. Estoy a punto de casarme con mi amor verdadero, la persona más maravillosa en el mundo."

Bluey sonrió, al mismo tiempo que recortaba sus dibujos y continuaba con su interrogatorio. "¿Y cómo supiste que ella era tu amor verdadero?"

Bandit reflexionó un momento antes de responder con una sonrisa en el rostro. "Lo supe desde el primer momento en que la vi. Fue como si mi corazón me dijera que era la indicada."

"¿Y cómo estas tan seguro?¿No podría haber alguien más?" Dijo Bluey inocentemente, mientras agregaba pequeños pedazos de cinta a sus recortes.

La última pregunta tomó por sorpresa a Bandit, haciéndolo dudar por un momento. Se sintió mal por siquiera meditar la respuesta, Chilli era su esposa y la madre de sus hijas, pero, alguien se volvió igual de especial para él hace un tiempo.

Sin embargo, antes de que pudiera profundizar en sus pensamientos, Bluey lo llamó con impaciencia, sacándolo de su mente. Sacudiendo la cabeza, Bandit respondió apresuradamente. "Sí, estoy seguro. No hay nadie más en el mundo para mí."

Bluey noto la forma rara en la que actuaba su padre y una sonrisa juguetona se formó en su rostro. Termino de "arreglar" al novio y se acercó a Bingo, para susurrarle su nueva idea.

Luego de un buen rato, se reunieron en un improvisado altar de bodas que las niñas habían montado en el campamento. Bandit esperaba nerviosamente a la novia, aunque noto la ausencia de Bluey. Olvidó ese detalle luego de ver a Chilli y Bingo acercarse, mientras ambas se tomaban de las manos. Bandit no pudo evitar soltar una risita por la pequeña escena.

Finalmente, Bandit y Chilli estaban juntos en el altar, listos para lo que fuera que las niñas tuvieran planeado. Bingo sostenía un pequeño micrófono y comenzó a hablar.

"Mamá, ¿aceptas a papá como tu esposo, en las buenas y en las malas, incluso cuando tiene mal olor después de correr o cuando se come restos de comida que quedan en su pelaje?"

Chilli se rió y asintió con una sonrisa. "¡Por supuesto, lo acepto!"

Bandit también se rió y estaba a punto de decir algo cuando una voz interrumpió desde el bosque cercano.

"¡Esperen un momento! ¡Me opongo a esta boda!"

Bandit y Chilli se voltearon sorprendidos para ver a Pat, quien estaba parado señalándolos con dramatismo. A su lado, Bluey se reía a carcajadas, revelando que ella estaba detrás de esta inesperada interrupción.

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Un Amor Entre VecinosWhere stories live. Discover now