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¡Hola!

He tardado dos días más de lo previsto en subir el capítulo 2, pero no pasa nada. Lo he subido, lo cual es un gran logro jajaja

Quiero anunciar que me estoy viendo nuevamente Dr Stone, esta vez para estar atenta y no  saltar ni una sola escena. Solo llevo el primero, y en breve seguiré con el segundo.

Esto lo hago porque ya se ha anunciado la segunda parte de la temporada ¡Que ganitas! Así que quiero ponerme al día de nuevo (pese a haberlo visto hace una semana :v)

De verdad que me está gustando mucho como esta saliendo esta historia, y aunque no sepa exactamente lo que pasará en cada capítulo, me alegra ver que eso no hace que me detenga ^^

En fin, no tengo nada más que decir excepto que espero que os guste mínimamente ~

PD: De momento los capítulos no tienen título, pero espero encontrarles alguno pronto x2

¡Nos leemos abajo!

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Capítulo 2

Con tan solo diez minutos corriendo, Senku sentía que el aire comenzaba a faltarle.

Era lógico.

La lluvia, el resbaladizo suelo embarrado, y su poca destreza física lo estaban agotando aún más rápido de lo que imaginó en un principio.

Eso era un asco, y la manera que tuvo de actuar era ilógica.

Estar yendo él cuando otros podrían perfectamente ir y volver en la mitad de tiempo era algo absurdo. Sentía que estaba poniendo aún más en peligro a la muchacha por no haberse parado a pensar tan solo unos segundos más. Sin embargo y por una vez en su vida, la lógica e inteligencia no estuvieron de su parte. El miedo sí.

El acantilado estaba a una hora y doce minutos a pie. Si seguía corriendo al mismo ritmo y sin detenerse, le tomaría tan solo veintinueve minutos en llegar. Quizás un poco más debido al tiempo.

Pero no importaba mientras pudiera encontrarla, y a ser posible sana y salva.

- Leona... - susurró al venírsele su sonriente rostro a la mente.

Sin detener su paso, se secó con las mangas su empapado rostro.

Definitivamente eso era un asco.

A lo lejos pudo observar tres caminos por los que cruzar. Cada uno llevaba a un lugar, sin embargo, tan solo uno era el correcto.

Pensando con la poca claridad que le quedaba, Senku tomó el de la izquierda, la bajada que conducía directamente a las orillas del río.

Suika explicó que Kohaku había caído desde el acantilado, ubicado justo en lo alto de la colina, siguiendo el camino del medio, por lo que ir hacia allí era una pérdida de tiempo. Si cayó al río debía ir directo allí.

No la encontraría de inmediato, lo sabía bien. La fuerza del agua la habría arrastrado más allá, pero no iba a detenerse. No podía perder tiempo.

Una vez abajo, el oji-rojo cruzó el rio a través de un camino de piedras creado por la propia naturaleza, y sin parar continuó corriendo a un lado de él observando cada parte del agua.

Los cuerpos, vivos o no, flotaban, así que si la muchacha estaba allí la encontraría fácilmente.

Por un momento, la idea de hallarla muerta apareció en su mente.

Lo que la lógica dice de nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora