♜ 3. Línea recta

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Papeles. Una gran montaña que llenaba una mesa grande, y detrás de todo ello me encontraba aterrada. Intenté leer algunas palabras que se encontraban ahí escritas, de verdad que hice mi mejor esfuerzo.

Incluso, intrépida, pregunté por lo que no entendía. Un sentimiento extraño envolvía la sala cada vez que tomaba la pluma y dibujaba mi firma junto a mi nombre impreso en las hojas. Esto se repitió muchas veces. Siempre parecía haber un detalle sin resolver y por tanto, mi firma y presencia eran de nuevo requeridas en el despacho elegante de la abogada de la omega con quién tenía un trato.

Con mi poca intuición comprendí que tenían la intención de informarme lo menos posible de la contratista. No tenía siquiera su nombre, edad, o idea alguna de su apariencia. Solamente sabía lo que me comentaron las primeras semanas, que era una omega dominante extremadamente rica.

¿Qué tan adinerada? Lo suficiente como para callar la mayoría de mis dudas y preocupaciones con solamente dos semanas de pago.

"Cada quince días recibirá un abono del pago final en la tarjeta proporcionada por la gestante". Palabras en las primeras cinco hojas del enorme contrato.

A pesar de todo ese tiempo, todavía no le contaba a nadie. Así, transcurrió una semana, enterrada entre documentos, tintas, preguntas extrañas e incluso, bocadillos extraños que según mejorarían mi salud y la del bebé.

Una enfermera, que siempre acompaña aquellos eventos jurídicos para medir mis signos vitales. Mientras tomaba mi presión, apuntando los resultados en la tabla que ya tenía mis datos de las últimas tres semanas, quiso entablar una conversación conmigo.

–¿Para qué usará el dinero, señorita? –su pequeña sonrisa amainó el cargado ambiente que me rodeaba. Por fin pude pensar algo más allá de la estafa en la que acababa de caer y de la que no podía escapar.

–¿Disculpe? –contesté, todavía un poco perturbada.

–No era mi intención –se arriesgó–, no quise ponerla incómoda.

–Ah, no me incomodas, solamente me tomaste desprevenida –intenté tranquilizarla, de inmediato teníamos todas las miradas sobre nosotras. "¿Por qué tantos procedimientos burocráticos? No era como si pudiera siquiera pensar en escapar con un feto en el vientre"–. Planeaba ahorrar para abrir una academia de danza.

–¡Increíble! –desde entonces, aquella enfermera se convirtió en la púnica encargada de ayudarme a sentirme cómoda durante las sesiones interminables de firmas y tratos. Querían tener un ambiente de 0 estrés para rodear la etapa del embarazo.

El mundo parecía saber que tenía dinero extra. Necesidades que de pronto afloraron.

"Corazón" (mi gata carey) debía tomar medicamentos y alimentos especiales postoperatorios. Mi abuela tenía gastos.

Además de los consumos de siempre, mi motocicleta necesitaba arreglos, parecían años de la última vez que pude andar sola y con el casco sobre mi transporte. Pero, solamente llevaba un mes. La vez que me prohibieron por medio de una cláusula extra en el acuerdo no usarla por ¡tres semanas! El motor ya tenía un ruido molesto que llevaba meses sonando como un reloj atascado. Y según un vistazo veloz la semana pasada, las llantas debían ser restituidas.

Ya no podría trabajar en la Central de Abastos hasta por lo menos un mes luego de recuperarme. De todas formas veía imposible que me permitieran regresar a trabajar como cargadora de frutas, o como cargadora en general. De hecho, por el momento me parecía imposible conseguir trabajo de cualquier cosa.

No tenía la necesidad de trabajar pero, me aburría horrores. Con ejercicio en casa con pesas, cocinar nuevas recetas, pasar tiempo con mi abuela y mi gata. Extrañaba casi con rabia irme a la playa con sólo un tanque de gasolina, pasear por las "Noches blancas" hasta la mañana, bailar con extraños en la calle o marcharme hasta algún pueblo para alguna vaquería.

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⏰ Last updated: Sep 05, 2023 ⏰

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Me embaracé por accidente de una mujer omega [ONC 2023]Where stories live. Discover now