Hellboy X Lectora(traducción)

Capítulo 2: Práctica y conversación

Snuggles se apoyó en tu antebrazo mientras la acaricias suavemente y le rascas detrás de la oreja antes de mirar a Red, el niño mono rojo gigante.

Dejó de hacer press de banca para mirar la caja negra con imágenes en movimiento, la gente la llamába Televisión. Pero él no estaba en un canal, al menos ninguno que usted supiera que usara su canal para espiar a una mujer a la que Hellboy le tenía mucho cariño.

Después de unos buenos minutos, respiraste profundamente sacando a Hellboy de su estupor y continuando con sus levantamientos de hombros. Te levantaste de su cama antes de caminar hacia la puerta "¿A dónde vas, gatita?" Preguntó con brusquedad y tú contuviste una sonrisa ante el apodo que te dio.

Te giraste hacia él apoyándote contra el marco de la puerta con una mano en tu cadera "ya que pareces estar en trance con la Princesa de Fuego allí. Estaré en el campo de tiro", le dijiste antes de salir de la habitación.

"¡Ey!" Gritó desde el interior de la habitación como ofendido arrastrando la 'h'.

Te reíste entre dientes antes de girar la esquina para dirigirte al campo de tiro, no había nadie allí y suspiraste aliviada, normalmente el lugar estaba lleno.

Entraste y abriste la puerta con un ligero tirón antes de caminar hacia una de las cabinas que daban a algunos objetivos y al lado había un botón rojo con una advertencia para objetivos en movimiento. Metió la mano debajo de la mesa de la cabina y su mano agarró la punta de una pistola pesada antes de acercársela a la cara.

Te encoges de hombros mientras lo miras y abres la sección de munición antes de girar la recarga antes de girar hacia los objetivos y tu mano derecha roza el botón de advertencia antes de presionarlo.

Con un pequeño zumbido de la maquina y una repentina sacudida de la habitación, observas cómo los objetivos comienzan a girar antes de realizar varios giros intrincados. Entrecierras los ojos ante la actividad antes de que tu sonrisa se desvanezca y tu agarre en tu arma se apriete mientras aprietas el gatillo.

Te aseguras de que tu agarre no se resbale cuando la pistola se sacude por la fuerza y la bala penetra el pecho de tu víctima y cae con un ruido sordo hacia atrás. Los demás comienzan a moverse más rápido al notar que uno de los suyos se había caído, levantas el foso y tiras tu arma rápidamente antes de apretar el gatillo y solo mirar a tu objetivo.

La cabeza de tu objetivo sale disparada antes de caer hacia atrás como el primero. Volviste a mirar tu arma y de repente notaste que solo había dos balas.

Suspiras con exasperación antes de agacharte y casi saltas del shock cuando sientes una mano en tu espalda. Saltas y, a medida que te alejas de tu puesto, la maquina se apaga y los objetivos se detienen con un chirrido.

Miraste al intruso con una mano en tu pecho que subía y bajaba drásticamente "¡Abe!" Le gritaste al intruso "¡Casi me das un infarto!" Le gritaste al hombre pez que parecía culpable.

Abe sapien sonrió levemente a modo de disculpa antes de poner una mano en su pecho desnudo azul y blanco. "Mis disculpas, no quise asustarte (t/n)", dijo.

Suspiraste y agitaste una mano hacia él. "La próxima vez haz... más fuerte o algo así", dijiste antes de dejar tu pistola vacía.

Abe contuvo una sonrisa antes de asentir una vez "Si eso es lo que deseas".

Luego te alejaste de él y buscaste debajo de tu cabina. "Entonces, ¿cuál es el problema?" Abe preguntó de repente y lo miraste confundido mientras recargabas un Ak-47.

"Nada", murmuras antes de mirar hacia otro lado y presionar el botón de advertencia una vez más y los objetivos una vez más cobran vida y comienzan a moverse como trenes.

Abe puso una mano en tu hombro y miraste sus dedos palmeados por un momento antes de volverte hacia él lentamente. "Estoy bien, Abe. Sólo estoy... practicando", le dijiste antes de darte la vuelta y disparar. un objetivo en movimiento falló el corazón por una pulgada, pero aun así cayó aunque solo fuera a la mitad.

"Solías ser un mejor tirador", dijo Abe con total naturalidad, con las manos detrás de tu espalda.

"Créeme, todavía lo soy", dijiste mirándolo antes de que tu bala atravesara el cráneo de un objetivo y el pecho de otro. Ambos caen como bloques de hielo.

Abe sonrió levemente y parpadeó de izquierda a derecha en lugar de de abajo hacia arriba.

"De hecho lo eres. Sin embargo, solías venir aquí cada dos días y tu objetivo siempre era la cabeza, nunca el corazón", dice Abe y tu agarre en la ametralladora se afloja mientras los objetivos se mueven sin pensar frente a ti.

"Te duele (t/n)", afirma Abe y contienes la respiración antes de negar con la cabeza.

"Quizás simplemente tengo un estilo diferente de barco armado", susurraste y supiste que Abe no caería en eso. Un objetivo se detiene frente a ti con el pecho expuesto, un disparo claro antes de que puedas dispararlo, se aleja antes de girar en una esquina cerrada y alcanza a los demás.

"Nunca has dado en ningún otro lugar en los veinte años que has vivido aquí", afirma Abe mientras disparas a un objetivo que por poco no alcanza la cabeza pero le roza la oreja. No cayó.

"¡Abe, basta!" Le gritaste sin siquiera atreverte a mirarlo mientras te enderezabas para alejarte de los objetivos.

Hubo un silencio penetrante flotando en el aire antes de que Abe diera un paso adelante y pusiera su mano en tu hombro antes de atraerte hacia él con torpeza. "Es terco y lo sabes. También puede ser... lento a veces, pero se dará cuenta. " Comenzó y luego se encogió de hombros "Siempre puedo decir...".

Te quitas el seguro de tu arma y Abe palidece antes de reír nerviosamente. "O tal vez no", dice antes de darte un apretón.

"Solo toma tiempo (t/n). Él se recuperará" dijo Abe alejándose para mirarte con una sonrisa tranquilizadora antes de que tú le devuelvas la sonrisa y asientas "Gracias abe. ¿Qué haría sin ti?" exclamaste abrazándolo felizmente antes de que ambos se separaran.

"Probablemente me hundiré en un río de miseria y depresión" tu sonrisa se desvanece levemente mientras él afirma esto con una mirada seria. Miras la puerta por un momento antes de poner los ojos en blanco y decir "Ok. Gracias por tu predicción", le sentaste a Abe mientras bajabas el arma.

Abe sólo se ríe levemente mientras ambos se dirigen a la puerta "Nunca miento".

"Por supuesto, lo único que crees que es verdad" terminaste por él y él asintió antes de levantar un dedo con conocimiento. "Quieres decir que lo que sé es verdad", te corrige mientras cierras la puerta del campo de tiro.

Le pusiste los ojos en blanco "Sí, claro".