UN VERANO DISTINTO | CONRAD FISHER

KISS

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cinema part 2

Al terminar la película Jeremiah despertó a Conrad para que condujera caminó a casa. La vuelta a la casa fue silenciosa y al llegar Jeremíah fue directo a su habitación para echarse a dormir. Por la mañana trabajaba, por lo que lo comprendí.

Al segundo de que Jeremiah subió las escaleras y entró a su habitación un silencio quedó en la sala donde solo Conrad y yo nos encontrábamos.

Conrad tenía su cuerpo apoyado sobre la encimera de la cocina mientras se mantenía de brazos cruzados. Aún iba un poco dormido.

―¿Por qué fuiste? ―Rompí el silencio con la mirada fija en él. Conrad frunció el ceño como si no supiera de que hablaba. ―Al autocine, ¿Porqué fuiste? ―Mencioné.

Conrad carraspeo ―Pediste que alguien fuera contigo...―Contestó alzando los hombros.

―No fuiste por eso ―expresé soltando un suave bufido mientras negaba con la cabeza.

―Summer, dijiste si alguno de nosotros quería ir contigo al auto cine...―intentó explicarse pero antes de que pudiera terminar; lo interrumpí.

―Y Jeremíah fue quien aceptó ir. No necesitaba que tú fueras ―Sentencie. Un silencio entre ambos volvió a aparecerse.

―¿Acaso no podía ir? ―Dijo Conrad luego de unos segundos.

―No. No podías ―Conteste fríamente mientras me daba la vuelta caminó hacia las escaleras.

―¿Por qué? ―La pregunta de Conrad hizo detener mí andar en secó. «¿Como podía preguntar eso?»

―¿Por qué? ―bufé atónita ―Llevas al menos dos semanas tratándome como la mierda. Cuando quiero pasar tiempo contigo me ignoras, cuando te pregunto si sucede algo te vas, sin dar explicaciones, solo dices "Luego hablamos" y ese luego nunca sucede. Llevas tratándome así días, siendo amable un momento y frío al siguiente ―Mencioné. Mí voz trataba de quebrarse pero no dejé que sucediera.

Conrad mantuvo esa expresión indiferente, aunqué sabía que tenía razón. Muy en el fondo, al menos.

―¿No piensas decir nada? ―Pregunté sin poder creerlo. Al menos esperaba unas disculpas, un porqué.

Conrad desvío la mirada al suelo ―Es complicado... ―Murmuró.

―Estoy segura de que no lo es ―Contesté cruzada de brazos frente a él.

Había al menos un metro de distancia entre nosotros. Mí cuerpo estaba inclinado sobre la isla de la cocina mientras que él tenía su cuerpo recostado sobre la encimera. Conrad se mantuvo en silencio. Su rostro ya no demostraba insignificancia sinó una pizca de temor y preocupación.

Rodé los ojos por sentir que estaba siendo demasiado ruda ―Sabes que puedes contar conmigo para cualquier cosa ―Murmuré cambiándome de sitió. Me coloqué a su lado, de la misma forma que el se encontraba.

Conrad dejó escapar un suspiro ―La noche de la fogata te mentí, confundí las cosas... ―Murmuró con una voz intranquila, nerviosa.

Tragué saliva y centré mí mirada en él. Mientras que Conrad no podía centrarla en mí.

―¿En que mentiste? ―Pregunté con el ceño fruncido. Me esperaba algo acerca del tipo que me drogó pero no esperaba para nada lo que en realidad contestó.

―Dije que te llevé a tu habitación y te quedaste dormida pero no fue así ―Su mirada se centró sobre mí. Sus ojos estaban cristalizandose. Carraspeo para volver a hablar ―Confundí las cosas y te besé estando drogada... ―admitió Conrad, su voz cargada de culpa.