>Único<

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—Por favor, unnie—dijo la menor juntando sus manos en una posición de súplica.—De verdad necesito tu ayuda.

Jeongyeon y Nayeon estudiaban la misma carrera separadas solo por un par de años; la menor en el primero y su unnie en el tercero. La rubia pelicorta estaba teniendo problemas con una de las materias que estaba cursando; Anatomía I, y reprobarla no estaba dentro de sus opciones por lo que decidió pedirle ayuda a su mayor.

A Nayeon, su unnie, quien tenía de inteligente lo que tenía de coqueta. Siempre lograba volverla un manojo de nervios con sus insinuaciones para después reírse de ella.

—Uhm—respondió limpiando un rastro de batido de fresas que había quedado en sus labios, el movimiento de su lengua atrajo instantáneamente la mirada de Jeongyeon a ellos.—Así que quieres que te ayude a estudiar anatomía, ¿eh?

Anatomía. El solo movimiento de los labios de su unnie al pronunciar la palabra le producía escalofríos, era demasiado atractiva para su pobre corazón.

—S-sí...—susurró torpemente desviando la mirada para tomar de su propio batido buscando humedecer su boca con algo después de sentirla seca ante los pensamientos que invadían su mente. Con su unnie en ellos.

—Si quieres puedo ayudarte a estudiar mi anatomía, estoy segura de que será más entretenido—una sonrisa burlona y coqueta se posó en sus labios.

Jeongyeon se atoró con el batido que estaba tomando y comenzó a toser, la castaña se rió de su reacción mientras se estiraba sobre la mesa para darle suaves palmaditas en la espalda, ayudándole a recuperar el aliento.

—¡Unnie!—reclamó una vez que pudo respirar correctamente, Nayeon volvió a su lugar aún carcajeándose levemente.

—Lo siento, no pensé que reaccionarías así—estiró su mano hacia el rostro de la menor y con su pulgar limpió un rastro de batido de la comisura de sus labios, luego lo llevó a su propia boca para lamerlo lentamente.—Creo que alguien tiene una mente muy sucia.

La oscura mirada que le dedicó su unnie cuando sacó su lengua para lamer el batido que había limpiado de sus labios era más que suficiente para hacerla desfallecer. Nayeon era demasiado atractiva para que la pobre Jeongyeon lo soportase y, además, la había llamado sucia.

Sucia, su mente era más que eso en esos momentos.

Antes de que pudiera encontrar palabras para revocar de lo que fue acusada o siquiera terminar de procesar las acciones de la castaña, esta habló nuevamente, ocultando su satisfacción al haber causado un corto circuito en el cerebro de su linda Jeongyeon.

—Está bien, te ayudaré a estudiar—accedió regalándole una misteriosa sonrisa a la menor.—Ven a mi habitación más tarde, mi compañera no estará.

El rostro de la rubia se iluminó ante la afirmación de la mayor sin notar el tono sugerente con el que Nayeon había pronunciado la última oración.

La castaña se levantó dejando un rápido beso en su mejilla a modo de despedida, atontándola nuevamente.

—¡Muchas gracias, unnie!—le gritó cuando salió de su ensoñación y vio que Nayeon ya estaba a unos pasos de distancia.

La castaña se volteó y le dedicó una sonrisa acompañada de un guiño que hizo revolotear su corazón.

La castaña se volteó y le dedicó una sonrisa acompañada de un guiño que hizo revolotear su corazón

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𝑼𝒏𝒏𝒊𝒆, 𝒕𝒆𝒂𝒄𝒉 𝒎𝒆 𝑨𝒏𝒂𝒕𝒐𝒎𝒚 》OS [2yeon]Where stories live. Discover now