Capitulo 18: Plan Rescate

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—Coronel, No le parece la situación un poco...

—¿Extraña? —interrumpió soltando los papeles que tenía en la mano con brusquedad sobre la mesa —.Si Shang, sinceramente es algo que tenemos que verificar, pero quiero que entiendas que no sera tan fácil ni rápido como deseamos —hizo una mueca fastidiado y le dejo unas cartas a un soldado raso para que las empezara a repartir de inmediato. —Este es Hang Li, el sera el mensajero y tiene ordenes por el Coronel Din, ósea yo; de solicitar verla personalmente.

El Coronel tenía una extraña afición a decir su nombre en tercera persona a cada tanto. Creía que de esa manera las personas lo recordarían siempre, y era algo que realmente le funcionaba. Tanta repetición acomodó a la armada y no había un alma entera de soldados vivos o muertos que no sepan el nombre del Coronel Din.

—Los ojos de Hang Li no pueden fallarnos o los cortare y se los dare de comer a mi Lobo blanco para cenar. ¿Escuchaste Li? ¿¡Quieres ser la comida de mi lobo!? —le gritó en la cara al soldado y este temblando trató de aparentar una voz firme.

—No mi Coro...

—Entonces mueve ese culo flácido que tienes Li! Mi gata invalida se mueve mas rápido que tu.

—Si mi C...

—Ya cállate Li! Me estas dando dolor de cabeza y si no quieres primero lamer la suela de mi bota antes de irte, entonces sal de mi vista.

El soldado salió corriendo de la habitación dejando al general Shang y al Coronel con una mirada matadora en el rostro.

—Ni siquiera se despidió correctamente —dijo el Coronel negando con la cabeza —creo que se mio en el camino..., me pregunto porque habrá sido... —lo señalo —creo que es por esa cara de malvado que tienes, nunca pude quitarte esos ojos de León y esa seriedad tuya tan indescifrable. ¡Sigues asustando a mis soldados Shang! ¡Tienes que detenerte!.

—Lo reflexionaré esta noche Coronel.

—¡Más te vale! —le puso el puro en medio de los ojos señalándolo. —Así nunca conseguirás esposa, asustas hasta los machos.

El Coronel encendió una pipa y soltó el humo despacio y mirando a la pared con desencanto.

—Que infortunio —sonrió, cosa que raramente hacía, y cuando ocurría; era devastador. Para el Coronel era mejor no verlo sonreír, ya que su sonrisa era la del mismísimo diablo. Si no lo conociera de solo verlo creería que es alguien de quien tener cuidado.

Pero Shang era todo lo contrario a lo que su rostro revelaba. Sus sonrisas tenebrosas no eran más que su sonrisa real de risa o felicidad y su mirada de muerte era su rostro relajado normal. Lo ha visto en campo de batalla para saber que el general tenía todavía una peor cara que regalar a sus contrincantes. Ponía a los demonios a suplicar, a las bestias a maullar, la noche se disipaba para no verlo entre las penumbras y el infierno creía que no era suficiente para un alma tan vil y temible.

El Coronel alejo sus pensamientos y se centro en lo que les atendía. Sabía que ese muchacho no iba a cambiar nunca, tenía un pasado tan tormentoso como escalofriante.

—Sabes que si lo que pensamos es cierto esto se va a poner de perros —. Soltó de nuevo el humo apretó la mandíbula que dibujaba su barba —No se si ponerme a rezar para que sea solo una falsa alarma o ponerme a entrenar a mis soldados para lo que se avecina. ¡Pero necesito respuestas del escuálido de Li!

—Me gustaría creer que solo son alucinaciones. Pero no fui el único que lo noto. Lo que nos concierne es saber porque está aquí y para que. Cuales son sus intenciones y propósitos. Nada oculto es sinónimo de obra de caridad. No creemos que venga con la mejor de las intenciones y está demasiado cerca del Rey como para ponernos a ignorar el echo—. El general adoptó su postura altiva y en guardia, como si alguien los fuera a atacar ahí mismo.

Three Kingdoms Of Korea 2- Kim TaehyungWhere stories live. Discover now