00

53 15 3
                                    

Toda una vida antes
de...


REMINISCENCIAS

Yo siempre fui la hija salvaje de mi madre.
La razón de sus dolores de cabeza y de sus disgustos.
Incluso llegué a ser la razón de que tuviera que vivir con la mitad del rostro calcinada y sin su ojo derecho.

Simplemente creo que mi madre nunca me quiso como una madre debería querer a un hijo. Dicen que cuando te aman te aceptan tal y cómo eres.
Ella dijo que yo era una trastornada y trató de empujarme desde el borde de
aquel viejo puente.

Ahí fue cuando me di cuenta de que no tenía por qué protegerla de cualquier cosa que ocurriese. Así que en una noche oscura, en donde ni siquiera se sintió al viento silbar, todo ardió en llamas.

Ni siquiera ella quedó entre ella quedó entre los escombros.

REMINISCENCIAS, ¿sabrías decir quién soy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora