XXI. ataque a Hogwarts.

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Las paredes se caían, los pasillos explotaban.

Los prefectos se habían encargado de llevar a los más pequeños a un lugar seguro.

El resto peleaba contra los mortifagos.

Jen se encontraba haciendo duelo contra uno, le había dicho a Tom que no haría nada en su contra, pero él había atacado Hogwarts y no podía esconderse y no hacer nada, no siendo la persona con más conocimiento en el castillo.

No tardó mucho en deshacerse de cuatro de los mortifagos, sus sentidos estaban alterados, el olor a sangre fresca inundaba el castillo completo.

Uno de los mortifagos intento atacarlo por detrás, por lo que ella se encargó de dejar su cuerpo sin una sola gota del cuerpo.

Camino por el castillo buscando a mas Mortifagos.

Estaba cubierta de sangre, en parte disfrutaba matar, le ayuda a controlar sus ansias.

También estaba enojada con Tom, '¿Cómo se le ocurría atacar un castillo lleno de niños?, ni siquiera Grindelwald se había atrevido a hacer eso.

- Pero si tenemos a la noviecita de Regulus – se había encontrado cara a car con Bellatrix Lestrange – pagaras por haberlo llevado por el mal camino – la chica saco su varita.

- A tu Lord no le gustara eso - la pelirroja respondió – créeme no quieres pelear conmigo

La mujer la miro de pies a cabeza.

- Parece que has encontrado a muchos de mis amigos.

- Si, fue divertido matarlos.

- Si no fueras una traidora a la sangre me caerías bien.

- Llorare por eso toda mi vida.

La primera en atacar fue Bellatrix, le lanzo un crucio, pero este no le hizo ningún efecto a la chica.

Jen le devolvió el hechizo, haciendo que la mujer callera al piso de rodillas.

- Actúas como si fueras tan fuerte, peo con un simple crucio ya estás en el piso.

Jen pensó, ¿debía matarla o no?, era familiar de Regulus y sabía que al chico no le agradaría mucho la idea de saber que había matado a una de sus primas.

- Manda a los demás a retirarse, sigan atacando los pueblos muggles o los lugares que quieran, pero dejen a Hogwarts afuera.

- ¿Quién eres tú para darme ordenes?

- Has lo que te dije, o desangrare tu cuerpo y se lo enviare a Voldemort como advertencia o podrías irte junto con los demás y mandarle mis saludos.

Bellatrix no dijo nada más, pero toco su marca y desapareció.

Al poco tiempo las explosiones y gritos dejaron de escucharse.

La Slytherin se dirigió al gran comedor, podía sentir a la mayoría de personas hay.

Cuando entro no tardó mucho en estar rodeada de sus amigos y novio.

- ¿estás bien?

- Estas cubierta de sangre

- Estábamos tan preocupados.

- ¿te paso algo?

- ¿Dónde te metiste?

La chica los miro a todos.

- Estoy algo cansada – dijo.

- No la acosen – Lili dijo.

Estuvieron un rato en silencio.

- Encontraron al menos 20 cuerpos de mortifagos sin ninguna gota de sangre – Peter comento.

Todos se miraron entre sí, excepto James que tenía la mirada fija en su amiga.

- Un vampiro – Remus concluyo.

- ¿creen que haya algún vampiro entre los estudiantes? – sirius pregunto.

- Es imposible, todos entran con once años y no hay ninguno que no haya crecido o cambiado en algo.

- Probablemente alguno de los mortifagos era vampiro – James intento convencerlos – saben cómo son, no controlan sus impulsos, seguro al oler la sangre dejo de importarle quienes eran sus compañeros y quiénes no.

- Si voldemort tiene un vampiro de su lado sería demasiado peligroso.

- ¿creen que deberíamos empezar a poner ajo en nuestras habitaciones? – Peter pregunto.

- Ese es un mito estúpido – Jen hablo – a los vampiros no les hace ningún efecto el ajo, de hecho, hay muchos que lo escogen como comida favorita.

- ¿Cómo sabes eso? – Sirius pregunto

- Porque soy amiga de Drácula y el ama el ajo – contesto, los demás se lo tomaron como broma, excepto James que la miro sorprendido.

Eso era lo que pasaba cuando olía mucha sangre, no controlaba lo que decía o hacía, podría gritar a los cuatro vientos lo que era y no le importaría.

Slytherin¹ | Regulus blackWhere stories live. Discover now