𝐄𝐭𝐡𝐞𝐫𝐞𝐚𝐥 | 𝐀𝐤𝐚𝐳𝐚

03 (𝐒𝐞𝐫𝐯𝐢𝐝𝐨𝐫)

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Habían pasado bastante días, Akaza y T/N continuaron con sus vidas que ahora estaban entrelazadas entre si.

Akaza cumplió su palabra y no mató ni se comió a ningún otro humano en su aldea. La gente empezó a volver a la normalidad y atribuyó la muerte del niño a un ataque de animal.

Los dos pasaron bastante tiempo juntos. Durante el día, el demonio se quedaba en la casa, mientras que la mujer salía a trabajar o se quedaba dentro de su habitación mientras que los pacientes llegaban a su casa.

Y algunas noches, Akaza desaparecía para hacer cualquier cosa demoníaca que hiciera, mientras que T/N trabajaba en el jardín y se relajaba. Y algunas noches, él estaba allí con ella para ayudarla y los dos pasaban un rato hablando.

Fue una noche especialmente agotadora para la chica. Ya eran más de las diez y ella acaba de empezar a caminar a casa. Ella había estado cuidando a un paciente anciano que había sufrido un ataque al corazón. Pero desafortunadamente, a pesar de sus esfuerzos, él había fallecido.

Hoy estaba agotada, su cuerpo se sentía rígido debido a las horas de atender a su paciente y su estómago gruñía por no haber comido nada en todo el día.

Cuando llegó a su cabaña, se detuvo al ver a cierto hombre de cabello rosado en su jardín con una canasta con él. Afuera había ropa lavada colgada y se habían recogido las hojas secas. Incluso, había cestas con agua del pozo que había al lado de la casa, una tarea que normalmente le resultaba difícil.

El hombre vestía su ropa habitual, dejando al descubierto toda la parte superior de su cuerpo y tenía barro en las manos, y también en los pantalones. Él no la había visto todavía, mientras que separaba todas las hierbas y semillas como ella le había mostrado.

¿Era solo ella o su jardín estaba prosperando y su casa no tenía ni una mota de polvo desde que él comenzó a quedarse en su casa?

Mientras que akaza continuaba trabajando, con su atención completamente puesta en la tarea que tenía por delante, sintió que alguien se acercaba a él.

Instantáneamente se giró, con la guardia alta, listo para matar si era necesario, pero se relajó al ver a la chica linda.

"Akaza-san..." -Soltó ella, mirándolo con sus ojos suaves.

El hombre se puso de pie, sosteniendo la canasta y mirando tímidamente hacia otro lado. Había estado esperando terminar antes de que ella llegara para poder quedarse en su habitación fingiendo que no era él quién cuidaba el jardín y limpiaba la casa.

"Gracias..." -Dijo, y su expresión usualmente tranquila, suavizándose en una sonrisa amable- "Tu ayuda significa mucho"

-Los ojos de Akaza se encontraron con los de ella y él simplemente sonrió- "Es lo menos que puedo hacer, T/N-san"

-Su sonrisa no flaqueó, mientras que hablaba- "Preferiría que me llamarás, T/N"

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Los dos regresaron adentro después de limpiar. Aún faltaban horas para el amanecer, así que se sentaron afuera en la plataforma de la ventana.

T/N tomó una taza de té caliente con ella una vez que llenó su barriga con comida y akaza se sentó relajado, usando el mismo Kimono que ella le prestó.

"Dime, Akaza-san" -Comenzó hablar- "¿Que suelen hacer ustedes, los demonios?"
-Preguntó, la curiosidad se apoderó de ella.

-El demonio se encogió de hombros- "Por lo general, solo busco comida, entreno o hago lo que ese hombre me dice"