【銀の世代】•〖Generación de Plata〗

【エースマンがステージに入る!!:小さな王女の隠された才能】

〖¡Ace Man entra en Escena!: El Talento Oculto de la Pequeña Princesa〗

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Mientras que entre los padres se gestaba aquella apuesta, el partido que los niños llevaban iba viento en popa, con la pequeña Yuuki luciendo su talento oculto mientras que Hayate demostraba sus increíbles dotes como líder junto a Lorien: Los dos iban al frente, con Hayate actuando más como estratega mientras que Lorien iba directamente a la acción de manera un tanto más impulsiva.
Ambos eran tal para cuál como dúo: ¡Incluso congeniaban mucho mejor que los gemelos juntos!

—¡¡Daibu!!— Gritó Hayate desde el lado opuesto del patio— ¡¡Hermano!!¡¡Pásale la pelota a Yuu-chan!!
—¿¡Eh!? ¡¡De acuerdo!!— El menor de los gemelos obedeció de inmediato, entregando el balón de una patada a la niña que lo recibió de inmediato— ¡¡Tu turno!!
—¡¡Vale!!— Le contestó ella emocionada, recibiendo el pase con alegría. ¡Estaba lista para divertirse!

Yuuki corría con el balón en sus zapatillas, sintiendo cómo su falda volaba tras sus caderas como la cola de una estrella fugaz: Ninguno de sus rivales lograba alcanzarla, su cabello largo volaba y el viento le rozaba la piel como un millar de mariposas. ¡Se sentía viva como nunca antes! Había una ligereza en su corazón insatisfecho que jamás conoció; se sentía como volar por los cielos.

“No puedo creerlo... Aunque estoy compitiendo, me siento más feliz que nunca. ¿¡Qué es esto!?” Nunca imaginó que esa pasión que su padre describía cada vez que iba a jugar podría tocarla a ella: ¿¡No era algo de niños!? ¡Parecía que no!¡Ahora ella lo estaba sintiendo!

—¡¡Lori-kun!!— Gritó Yuuki al ver que Akio intentaba bloquearle el camino, dando un pase inmediato con toda su fuerza— ¡¡Toma!!
—¡¡Va!!— Lorien tuvo que dar un fuerte salto hacia atrás, volviendo a impulsarse para golpear el balón con la cabeza antes de dárselo a Daibu.
Todo porque, delante de él, se encontraba Naoto dispuesto a bloquear su plan de ataque sin pensarlo dos veces. ¡Pff, como si fueran a dejarlos frustrar su victoria!

—¡¡Bien hecho, Lori-kun!!— Daibu ahora tenía el control, y tanto Kazuya como Naoto trataron de acercarse para recuperar la pelota.
Ya sabía lo que tenía que hacer: El gemelo menor comenzó a correr con el balón, pretendiendo hacer fintas para distraer a sus amigos y que así no notaran que se venía su derrota.

Hacia pequeños ademanes de que pasaría, pero muy pronto recuperaría de nuevo y seguiría con su camino. Daichi no podía creer el genio que tenía en frente: ¡Sus sobrinos eran unos prodigios! No podía evitar emocionarse al ver cómo los gemelos, Yuuki y los hermanos Misaki se dedicaban a arrasar con sus contrincantes a plena luz.
Kazuya ardía en rabia: ¿¡Es que acaso los prodigios sólo eran ellos!? Inmediatamente decidió lanzarse a la ofensiva, tomar al toro por los cuernos de una buena vez.

—¡¡Ni siquiera pienses que te dejaré ganar!!— Gritó iracundo el chico, haciendo señas a sus compañeros más cercanos— ¡¡Hagan algo!!
—¡¡Está bien, Kazu-kun!!— Naoto se acercó hacia Daichi, tratando de unirse para detener el plan de engaño de los gemelos.
Pero no contaban con su recién descubierto as: Daibu hizo un pase hacia Yuuki, quién estaba ya muy por delante de su tío y amigo. Ella llevaba la ventaja.

Se impulsó en una postura de arabesque ruso, girando una de sus piernas para poner todo el peso en la otra, para después dar un salto y así patear el balón con toda su fuerza.

Ikki se puso en posición desde que la vio alzar su pierna, e inmediatamente vio que el tiro iba mucho más alto: Tuvo que brincar sobre sí mismo, ¡Pero ya era tarde!

Cuando creyó poder tocarla fueron segundos, y en ese momento el tiro de la pequeña princesa había dado de lleno: ¡Lo lograron!

—¡Mamá!¡Papá!— Gritó emocionada la niña, viéndose capaz de algo que ella misma no había podido lograr— ¿¡Vieron lo que hice!? ¡¡Soy como papá!!