23. Pequeña lirio.

79 16 0
                                    


El sol era infernal comparado con la caminata que no acababa podríamos morir como unos simples mortales.

Veáis a Madia Naxell, y al otro chico caminar sin ningún problema porque prácticamente el Sol no les afectaba o irritaba la piel. Tenían mucha más resistencia que nosotros.

Además si no hacía falta descansar hacíamos una para junto al río y nos refrescamos. No tuve la oportunidad de preguntarle a Naxell a dónde nos dirigiamos, se veía muy seguro de saber. Así que mientras estaba distraído me acerqué, no hizo falta llamarlo cuando en solo instantes esa mirada estaba sobre mí.

—¿Alguna vez dejaras de verme de esa forma? —pregunte conteniendo una sonrisa mientras me detenía a su lado

—¿Así como?

—Como si toda mi ropa te estorbara —respondí

—Y lo hace —no titubeó— no voy a mentir

Literalmente fue directo a la respuesta que pensaba, siendo directo. Deje ir una breve risita antes de plantearme porque estaba aquí en realidad.

—Tengo una pregunta para ti

—Puedes hacerla —aparta el cabello de mi cuello dejándolo detrás de mí hombro.

—Emm. ¿A dónde vamos? No dijiste nada y comenzaste a caminar como si supieras a donde

—Hay muchas opciones Darianne, o me sigues o te quedas para ser encontrada por los guardias de Yazco —verbaliza serio, dejando por entendido que no había otra opción— Aunque esa no es una opción porque antes de que te tocará ya estaría muerto.

Arqueó ambas cejas con diversión.

—¿Matarías por mí?

—No tienes idea —ladea una sonrisa perturbadora— Llegue hasta aquí para ponerlos a todos de rodillas ante ti, y si es necesario matar a quien se interponga.. lo haré, no sentiré remordimiento al respecto

—Eso es.. perturbadoramente romántico —intente describir

—Sigamos caminando, pequeña.

†††††

Muy pronto volvimos a entrar en bosques más alejado del río, no estábamos tan apartados debido que se podía escuchar correr.

Madia se quejaba que tenía hambre y yo trataba de que aguantará hasta que pudiéramos descansar de una vez pero estaba igual y comenzaba ver borroso.

Tuve que pestañear varias veces para normalizar y fue inútil.

De un momento a otro unas ramas se enredan en mis tobillos jalándome contra el suelo, la tierra se divide y todo lo que se ve despues es un barranco. Naxell intenta tirar de mi cuando parece importante y las raíces suben más hasta tomar toda mis piernas.

—¡Agh, maldición! —gruñe— Darianne necesito que te sostengas de algo

En medio de la desesperación asentí buscando algo urgentemente. Solo logré sostener de un árbol caída que aún se mantenía estancando en la tierra.

Naxell extendió sus alas y descendió por barranco para romper las ramas que me ataban a punto de desgarrarme los tobillos. Lo hizo con sus dientes afilados deshaciendo las en trozos pequeños que me soltaron. Pero no sentí a livio en cuanto a eso porque nada más intentar agarrarme nos atraparon a ambos llevándonos al fondo del barranco.

El Rey De Las Sombras [#1][En Corrección]Where stories live. Discover now