❝ Dime que sigues siendo mío,
Dime que estaremos bien,
Incluso si pierdo la cabeza. ❞
❝ Dime que no es mi culpa,
Dime que soy todo lo que quieres,
Incluso cuando rompo tu corazón. ❞
♡♡
━━ Completa. Extensión: Prólogo + 24 capítulos + Epílogo.
Segu...
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Cuando vi a Jake detrás de Jungwon con la mirada fija en nosotros dos y las manos cerradas supe de inmediato que era lo que sucedería.
Jake caminó con prisa hacia nosotros y sin decirle nada a Jungwon, lo sujetó del cuello para luego golpear su mejilla con su puño y tirarlo al suelo. Jungwon se quedó impresionado por el repentino acto de Jake.
—¡Alejate de ella! —le gritó furioso, para después patearlo—. ¡No tienes permitido tocarla, Jungwon!
—Jake... —intenté captar su atención, pero me ignoró por completo.
Jungwon se levantó del suelo para golpear el rostro de Jake sin dudar. Un ligero grito salió de mi boca en cuanto lo vi golpearlo. No quería que pelearan y menos ahí.
—¿Cuál es tu problema? —le preguntó Jungwon, con el ceño fruncido.
—¡No la vuelvas a tocar! ¿Me escuchaste? —Jake le dio otro golpe a Jungwon, por lo que el menor respondió. La situación se estaba saliendo de control.
Debía hacer algo, cuanto antes. Vi a Jake y supo por su mirada que iba a volver a golpear a Jungwon, por lo que decidí interferir poniendome en medio de los dos. Jake al verme, detuvo su brazo en el aire para evitar lastimarme.
—¡Jake! —exclamé con fuerza, observándolo—. No hagas esto, por favor. No aquí.
Bajó su mano y gruñó mientras me observaba.
—¿Por qué con él, Dabin? —preguntó con obvia decepción—. ¿Por qué de entre todos él?
Me quedé atónita por su pregunta, por su manera de decir las palabras. Le había dolido ver lo que vio y no lo culpaba. Tenía razones para disgustarse.
—Jake, no...
—No sabes cuanto te odio —dijo antes de que pudiera darle una explicación.
Jake se alejó de nosotros y regresó al lugar. Yo miré a Jungwon molesta mientras que él acariciaba su mejilla golpeada. No le dije nada, solo quería irme. Subí al auto y me retiré del lugar. Ya no soportaba estar ahí dentro ni un minuto más.
Decidí perderme por las calles de la cuidad por horas. Necesitaba estar sola y pensar un poco en todo lo que estaba sucediendo en mi vida y en lo que había sucedido en ese día.
A veces detestaba querer tanto a los chicos, porque al permitirme quererlos, les dejaba tener oportunidad de lastimarme. A veces los odiaba, porque era muy difícil respirar cuando los veía, cuando los tenía cerca, en especial cuando su actitud era de lo peor conmigo. A veces deseaba no recordarlos, poder eliminarlos de mi memoria para siempre, porque entonces así ya no dolerían. Sin embargo, otras veces, y era gran parte del tiempo, yo los extrañaba. Extrañaba verlos cada día y reír con ellos, extrañaba las repentinas salidas y los momentos inapropiados, extrañaba las ligeras discusiones, los dulces encuentros, la compañía, la pasión, la amistad. Extrañaba estar junto a ellos.
