꧁☬𝔽ℕ𝕀𝔸.. EL Eco de las Almas☬꧂

Capítulo 9

23:30 P.M. ....

Sus auriculares esculpían una melodía de rock en sus oídos mientras perfeccionaba el filo de su hoja al estilo clásico. El deslizamiento de la piedra sobre el acero era suave y preciso, produciendo un sonido penetrante que llenaba la habitación. Cuando finalmente detuvo su acción, tomó un pañuelo y comenzó a limpiar el kukri, que se encontraba en el límite absoluto de su filo y resistencia. Ethan ejecutaba malabares en el aire con una precisión y dedicación asombrosas, irradiando un aliento indomable de determinación. Aunque el miedo acechaba en su interior, se negaba a dejarse consumir, a menos que se tratara de algo que realmente desafiara sus límites...

Ethan: En efecto, si mi memoria no falla, ciertas disposiciones legales del estado de California amparan la utilización de armas blancas como medio de autodefensa, en virtud de nuestro derecho inalienable a la preservación de la vida. -Mientras pronunciaba estas palabras, llevó a cabo una maniobra diestra al deslizar cuidadosamente el kukri dentro de su funda, la cual era una obra de cuero artesanal finamente ornamentado con detalles intrincados-

Ethan retiró con destreza los auriculares de sus oídos y los guardó con cuidado en los bolsillos de su chaqueta. Se levantó del suelo con agilidad, estirando su cuerpo con un crujido que resonó en toda su espalda. A pesar de las apariencias, no estaba tan desgastado como parecía...

De repente, el teléfono de cable que descansaba sobre el escritorio de su habitación emitió un estruendoso timbrazo, atrapando la atención de Ethan. Con curiosidad, se acercó lentamente al teléfono, preguntándose quién podría estar llamando a esa hora. Sin embargo, lo que escuchó al contestar fue una sorpresa total, una voz en el otro extremo de la línea..
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???: ¡Hola?, ¿me pueden oír? -preguntó una voz aguda, claramente de una niña pequeña, sus palabras llenas de desesperación hicieron que Ethan frunciera el ceño y se sintiera alerta-

Ethan: -con una expresión de duda en su rostro, respondió- Buenas noches, ¿con quién estoy hablando?

???: ¡Por favor, ayúdeme, señor! Estoy en problemas, estoy sola -la voz temblorosa de la niña estaba llena de jadeos angustiosos y lágrimas que caían como gotas al otro lado de la línea-

Ethan: -cada vez más preocupado- ¿Problemas? ¿Con quién hablo?... ¡Hola?

???: Estoy atrapada en un sótano, es pequeño. Estoy en una pizzería que se llama "Frenni", creo. -Su voz se quebraba en sollozos y angustia, sonaba auténtica-

Ethan: Está bien, primero, tranquila. Segundo, llama a la policía de inmediato. Yo iré a ayudarte, quienquiera que seas, pero necesito saber dónde estás. -La preocupación se reflejaba en su voz.

???: Estoy en una parte que dice "Partes" y algo más, se me olvidó. -Su voz, aunque temblorosa, ofrecía una pista. Ethan estaba dispuesto a rescatarla, sin importar lo que fuera necesario.-

La llamada se cortó abruptamente, dejando a Ethan preocupado y con la adrenalina corriendo por sus venas. Sin perder tiempo, se equipó con lo necesario, incluyendo medicamentos en una mochila, corrió hacia su auto y condujo lo más rápido que pudo, respetando las leyes de tránsito, aunque en una emergencia como esta, las multas eran lo último en lo que pensaba...
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Cerca de las 12, Isabel aguardaba en la entrada, ansiosa por la llegada de su empleado. Cuando vio que su auto se acercaba apresuradamente, no pudo evitar notar la expresión de pánico en el rostro de Ethan. Sin recibir saludo ni siquiera un vistazo, él pasó a su lado apresuradamente, aparentemente preocupado por su retraso. Isabel no le dio mucha importancia en ese momento, pensando que seguramente estaba estresado por haber llegado tarde. Tomó mentalmente nota de esta cuestión mientras cerraba las puertas tras su entrada.