Arkadía: Néos kósmos

Kefálaio 3

- ¿Siempre es así de mujeriego? -Le pregunto a Xu xu que estaba con ella en la barra de la cantina mientras Devan estaba coqueteando con una Anodita que estaba más que dispuesta a estar en la cama del capitán.

Xu xu tomaba un sorbo de su botella de cerveza, le gustaba el aspecto de la mecánica, tenía el cabello en dos colores, mitad negro y verde que caía hasta los hombros en ondas, vestía un pantalón de cuero y una playera negra con dibujo de unas rosas con espinas. Xu xu era hermosa, no había nada en ella que fuera masculino para la labor al que se dedicaba. A demás, le agradaba su compañía, se divertía mucho con ella.

- Si, una amante cada vez que tocamos tierra, ¿Un poco asqueroso no?

- La verdad sí, ¿Y cómo vas con Denovan? -Intento cambiar de tema, no quería saber dónde metía su cosa Devan.

Casi suelta una carcajada al ver lo roja que estaba Xu xu, estos tres días abordó de Aera había descubierto que Denovan y Xu xu sentían una atracción el uno con el otro.

- No hay nada.

- Oh... los dos se gustan. -Dijo sonriendo- Harían bonita pareja.

- ¿En serio? -Los ojos de Xu xu brillaban con emoción, cuando ella misma se dio cuenta ocultaba la felicidad a una despreocupada- él está con Verona...

- ¿Quién es Verona? Creí que el mejor amigo de Devan estaba soltero.

- No, Verona es una consejera de la pequeña tripulación de Urano, es hija de un gran político de Arkadía y es obvio que él tenga una relación alguien de poder, es hijo del consejero del Rey de Dakara.

Oh... a veces odiaba la diplomacia y la necesidad de la realeza de sólo estar con su misma clase social. Apestaba, entendía la resignación de Xu xu; rara vez alguien de la alta sociedad se casaba con un plebeyo o se le permitía.

- Vaya, eso apesta. -Suspiro, su matrimonio con Devyl había sido rápido, no fue rechazada por su familia dado que su ex marido era hijo de un Príncipe y tenía valor como capitán, pero podía decir ahora que haberse casado había sido algo sin pensar, dos meses de conocerse con Devyl para después contraer matrimonio el cual nunca fue consumado, no porque ella no quisiera, pero su ex esposo siempre negó diciendo que el momento llegaría y no llego en esos cinco años viajando juntos por el universo- te entiendo.

- Tu no tuviste problema aun siendo plebeya -Xu xu la miraba con intriga.

Mierda. Nadie sabía que ella era una princesa, sólo Devan y Denovan. Nerviosa desvío la mirada hacia su capitán, quien estaba tocándole un seno a la chica Anodita. No había duda que Devan Kedzierski era un playboy en cuerpo y alma. Telepáticamente movió la salsa para hacer que salpicara a la chica, bien. Río al ver el show que hacía, contenta con haberle arruinado la cita al capitán volteó a ver a Xu xu que le alzaba una ceja.

- ¿Fuiste tu?

- No. -Mintió- y sobre lo de Devyl, mi estatuto como doctora de alto nivel me ayudó a poder contraer matrimonio con él, aunque si lo pienso debí esperar más...

Había estado pensando en eso cinco años sobre su relación con Devyl, el error estuvo en intentar algo con él cuando jamás le dio indicios de quererla como algo más aun cuando el cortejo estaba, pero como la joven estúpida que estaba se enamoró de él. Un año después de estar casada una vidente le dijo lo que en sus sueños ella había visto, nada de lo que hiciera cambiaría el rumbo de su matrimonio. Y nada lo hizo. Todo cayó sobre ella, sólo ella salido herida. Ahora que lo pensaba, si veía a la perra de Wanda.... No, No, no... no podía matarla ni hacerle nada, si no utilizaba sus poderes Wanda la haría papilla. Vaya mierda. --dejó caer la cabeza en la barra de pedidos-- en el combate cuerpo a cuerpo ella era un asco. Quizás cuando Devyl se ofreció aquella vez en enseñarle hubiera sido buena idea, pero ella lo había rechazado. En estos momentos quería golpearse.