21

48 5 1
                                    

Maddallen.

Con el corazón estrujado y las lágrimas hasta el tope de querer brotar me sentía tan miserable, mi cuerpo ardía en lo más profundo de mi llena de mucho arrepentimiento por aquellas palabras que había dicho sin tener consciencia de ellas.
Quise correr a sus brazos y decirle tantas veces que lamentaba lo que había dicho y que nada de eso era cierto pero cuando quise hacerlo ya era demasiado tarde había girado mi cuerpo para darle toda mi atención pero fue tan solo un intento en vano, justo en esos momentos salía Avril de la casa y Bill corría hacia su dirección para tomarla con fuerza besándola ferozmente cómo si no existiera un mañana.

Así es, había perdido la batalla el ya no era más mío, pertenecía a otras manos y yo tenía que grabarmelo bien en mi cabeza
Mis actos tenían concecuencias y esas eran que Bill se alejara por completo de mi olvidándose de lo que hubo en un pasado y de lo que pudo haber sido.
Mi corazón palpitaba desorbitadamente mirando la escena, llevando una mano a mi labios callando sollozos inaudibles, cerre mis ojos con tanta fuerza suspirando de desilusión tuve que abrazar mi cuerpo intentando calmar los nervios impulsivos que comenzaban a ser visibles, mis labios tiriteaban como si estuviese congelado mi cuerpo sintiendo escalofrío por todas partes, mis ojos pedían a gritos llorar con intensidad pero mi mente aún mantenía una parte de mi con fuerza, o lo poco que quedaba de ella.

Corri a dirección opuesta directo a mi departamento quitando con brusquedad las pocas lágrimas que salían sin pedir permiso, sollozaba entre momentos buscando una sola cosa y cuando lo hize camine a pasos apurados cerrando de un solo portazo la puerta llegando al auto colocando la llave que hace momentos había entrando a buscar.
Acelere como pude en un intento de no querer voltear a ver ninguno, lo único que anhelaba en estos momentos era desaparecer de la faz de la tierra no saber de nadie ser simplemente yo y mi vida de antes ser invisible para cada persona.

Con los ojos aguados intentaba deslumbrar el paisaje del parabrisas manejando con prisa sin mirar a los lados, únicamente centrándome en el frente intentando llegar al único paradero que recordaba de mi niñez que nadie conocía más que yo, era mi pequeño rincón de desahogo con el que había venido únicamente con mi madre.
Frene de golpe al reconocer el camino de memoria, baje con nervios quedando asombrada de lo mucho que había cambiado con el paso de los años, lo que antes era únicamente pasto verde ahora lo adornaban lindas flores de diversos colores.
Había venido a campar en varias ocasiones con mi madre teniendo nuestros días de chicas como solía decirme, compartíamos tantos momentos de risa, me daba sus apapachos diciéndome lo que mucho que me amaba.
Era un lindo campo extenso donde no había nadie más que yo, tome asiento en las pocas sillas que habítaban sobre la sombra de un enorme árbol, quede mirando atontada mirando la perfecta cascada de agua cristalina disfrutando del sonido de la corriente, subí mis piernas a la pequeña silla abrazándolas entre mis brazos, mis pequeñas lágrimas escurrian en silencio dejando que saliera todo mi dolor con ellas, mi pecho dolía hasta tal punto de sentir punzada que me asfixiaban.
Calle mis sollozos tapando mi rostro escondiendolo, lo menos que quería era ser escuchada por alguien.
Pasaron los minutos como un martirio, aún sobre la silla con la mirada perdida viendo fijamente solo un punto aun con muchas lágrimas en mis ojos ya no aguantaban más, me ardían y lo sentía demasiado hinchados. Grite tan fuertemente por la impotencia de tenerlo todo y la vez absolutamente nada. Y volví a llorar esta vez con mucha más fuerza musitando quejas de dolor desquitando toda mi amargura y desilusión. Mi pecho estaba impaciente que grite demasiadas veces como nunca lo había hecho que me había quedado sin voz para continuar.
Hipiaba tantas veces hasta sentír como mis ojos perdían la batalla cerrandolos por el ardor.

Se que la mayor parte era mi culpa de lo que me pasaba pero porque venía hasta a mi prometiendo amor si en segundos de rechazarlo se iba con ella porque la besaba con tanta pasión minutos después de hacerlo conmigo, me sentía sucia asqueada llena de remordimientos por haber caído en sus juegos pero lo que más me daba coraje era saber que esa rubia al final de todo había ganado contra mi, tenía unas náuseas de solo imaginar su cara llena de superficialidad después de todo teníamos trabajo juntos y que más daría por cancelarlo e irme lejos de nuevo pero esta vez no sería una cobarde de nuevo afrontaria lo que se me presentará con fuerza y valentía teniendo que levantarme yo misma si fuera necesario dejar de sentir pena por los demás volverme fría como en un principio tuve que serlo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 23 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Final Love(2 temporada de FIRST LOVE) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora