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Le he dado miles de vueltas, me había asegurado de todo para que ella viniera a mi y se pusiera de rodillas

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Le he dado miles de vueltas, me había asegurado de todo para que ella viniera a mi y se pusiera de rodillas.

Una vez que decidí no asesinar al anterior dueño o amenazarlo me arruina los planes con esa ninfa.

Esa maldita Diosa que me trae la polla dura y he permitido que me toque o marque con su boca.

Mi verga se engorda de solo recordar esas tetas moverse en sincronía cuando estoy arremetiendo en ese adicto coño estrecho listo para ser llenado.

Miro mi teléfono en busca de noticias, llamadas, mensajes de ella pero no hay nada. Nisiquiera unas fotos pues estaba seguro de que la tendría gimiendo todo el tiempo y de rodillas para vaciarme en su garganta todo el tiempo que desee.

Mi cuerpo se tensa de saber que tengo que ir por ella o armar un escándalo para que la manden a la misión y poder tomarla como cuando ella estaba de bailarina.

— Salamaro, no me importa que tengas que hacer, trae a Rachel James viva y en perfecto estado. La quiero aquí lo antes posible y no mates a nadie de sus amigos...no quiero problemas con ella hasta que la someta completamente.

— Entendido mi Boss.

Intento llamarla y respiro profundo cuando ella me contesta.

— Deja de llamarme Romanov, te quiero fuera de mi vida o juro que voy a derribarte.

— Inténtalo, ven a mi James.

— Te dije que te llamaría cuando te necesitara. He dejado al coronel pero ahora mismo serán mis reglas, díme Ilenko ¿te haz masturbado?

Trago saliva por el tono seductor que sale de sus labios, relamo los míos y bajo la mirada a mi erección. Mi teléfono vibra en señal de video llamada.

Sus tetas están fuera, puedo ver aquellos pezones erectos que me encanta chupar y pellizcar.

Acomodo el teléfono de forma que vea mi ereccion. Se relame los labios y abre las piernas provocando que mi boca se seque.

— ¿Quiere tocar Boss?

— No... — Me golpeó mentalmente por esa mentira.

— Es una lástima, usted podría venir y... — dos de sus dedos se hunden y masajeo mi verga por encima del pantalón, miro fijamente ese coño tragar dos de sus dedos que solo pienso en que son los míos.

Sus gemidos me desconcentran en mi resistencia que abro la boca para decirle que venga conmigo, que puedo chupar ese botón hinchado y darle lo que quiere.

— ¿Recuerda cuando usted era mi chupon Boss?

La imaginen se reproduce en mi cabeza, estaba prendida de mi verga en la madrugada, justo antes de irse a trabajar me la chupo de tal forma que me dejo la verga morada.

Me corro en mi mano y maldigo que esto sucediera, jamás me había masturbado y corrido en mi mano pues no tenía la necesidad y ahora resulta que esta maldita me hace hacerlo.

Por una Misión Where stories live. Discover now