Capitulo 2

300 22 1
                                    

Stella estaba indignada con su hermano, había defendido a su enemigo. Las prácticas 1 y 2 transcurrieron normalmente, pero el teléfono de Stella no paraba de sonar. Eran mensajes de Marcos, su exnovio. Simplemente apagó el teléfono, tenía cosas más importantes en mente en ese momento. Al finalizar la práctica 2, se volvió a encontrar con el piloto francés, pero con Esteban cerca, se ahorró sus comentarios. Eso hasta que del otro lado se escuchó la voz del monegasco Charles Leclerc.

– Pierre, tengo que hablar contigo de algo muy importante – se percató de la hermana de Esteban y se giró para verla – No lo puedo creer, Stella – dijo él, abrazándola.

– Charles – ella le correspondió el abrazo.

– ¿Qué haces aquí? – Esteban aclaró su garganta – Ah, cierto, Esteban es tu hermano. ¿Hace mucho que no vienes a casa? Tú y Arthur están peleados o algo así –. Pregunta Charles ya que Arthur y Stella son mejores amigos

– No, solo que no eh tenido tiempo, y cuando voy, tú no estás. Pero para el GP de Mónaco, voy a pasar más a menudo por allí.

– También estarás en el GP de Mónaco – preguntó el monegasco.

– De hecho, en toda la temporada – dijo ella.

– No lo puedo creer, la pasaremos de maravilla – dice Charles muy feliz – Sabes, siempre que quieras, puedes ir a Ferrari – Pierre esta vez fue quien aclaró la garganta. Charles volteó a verlo.

– ¿Qué es lo importante que me querías decir? – pregunta el francés.

– Ya se me olvidó, ahora solo vengo a ponerme al día con Stella – dice el monegasco.

– No, tú te vas conmigo – dice el francés tomando del brazo a su amigo. Una vez afuera, lo suelta –

–¿Qué te sucede, Pierre?.

– Nada, no puedo creer que te lleves bien con el enemigo – dice el francés.

– ¿Con el enemigo? – pregunta Charles – ¿Hablas de Stella? Por Dios, Pierre, deberías madurar.

– Madurar. Yo creo que ella debería madurar primero que nada – dice el francés.

– Sabes, toda la parrilla, hasta Esteban, sabe que se tienen ganas desde hace mucho – dice Charles.

– Ganas, ganas de asesinarnos, capaz, pero yo paso de ella– dice Pierre.

– Pues, he oído a algunos pilotos decir que es muy guapa y que la invitarían a salir – dice Charles.

– ¿Qué pilotos? – pregunta Pierre. Charles no dice nada – Charles.

– Es confidencial, pero créeme, si no estuviera hablando con alguien ahora, no dudaría ni un segundo en invitarla a salir, más ahora que está soltera.

– ¿Soltera? - pregunta Pierre – No estaba con un tal Marcus.

– Pierre, acaso vives en una roca. Su ruptura fue tendencia por 3 semanas consecutivas.

– Sí, no estaba enterado de eso. Pero ¿por qué terminaron?

– Eso no te lo dire yo, puedes esperar a que ella te lo diga o averiguarlo por ti mismo. –Charles hace que ve la hora– Mira la hora yo tengo que irme adiós, diviértete fingiendo que la odias – dice Charles para después irse.

Cuando Charles se fue, Pierre volvió al garaje de Alpine para poder cambiarse, y ahí seguía Stella esperando a que su hermano terminara de hablar con su mecánico.

– ¿Qué me ves? – dice ella.

– ¿Por qué tan a la defensiva? – pregunta el francés.

– No sé, dime por qué no debería estar a la defensiva – dice ella.

El teléfono de Stella comenzó a sonar; era una llamada de Marcos, su exnovio. Ella rodó los ojos ante la llamada.

—Me dejas un momento, tengo que atender esta llamada. —Pierre hace una seña como si estuviera cerrando un sierre en su boca, pero no deja de verla.

– Hola, ¿qué quieres? — Pierre pudo ver que la chica estaba enojada. —No, ni se te ocurra venir aquí, no quiero verte, Marcos.

Pierre logró escuchar a Marcos un poco. —Solo dame otra oportunidad, no era mi intención — decía Marcos en la llamada.

—No era tu intención, pues qué mal, pero yo no doy segundas oportunidades a quienes no la merezcan y créeme, tú no la mereces ni en lo más mínimo.

—Linda, perdóname.

Stella estaba a punto de colgar, pero Pierre le arrebata el teléfono de las manos.

– Hola, podrías dejar de enviarle mensajes y llamarle a mi novia — Stella quedó en shock, Marcos también.

– ¿Novia? — preguntó Marcos — Es imposible, terminamos hace tres semanas, Stella no me cambiaría tan rápido.

– Pues parece que sí — este cuelga la llamada, le devuelve el teléfono a Stella, pero al voltearse se encuentra a Pierre y Charles, ambos asombrados.

– Pero qué mierda — dice Charles.

Pierre dio un paso hacia atrás; toda la valentía que tenía se le fue al instante. Se giró hacia Stella.

– ¿Cómo me está viendo tu hermano? — dijo en un susurro.

– Tranquilo, no te está viendo como si quisiera matarte — le respondió ella.

— Bueno, ya decía yo que por algo no peleaban tanto.

– Tú no te habías ido ya — dijo Pierre, mirando a Charles.

– Olvidé mi botella de agua, pero ya veo que no la olvidé aquí. Pero una pregunta ¿Cuándo le iban a decir a Esteban que estaban saliendo? — preguntó Charles.

– No estamos saliendo — dijo Stella.

– Pues creo que eso fue lo que le dijo Pierre a Marcus — dijo esta vez Esteban.

– Marcos — corrigió ella, y Esteban la mira extrañado. — Se llama Marcos, no Marcus.

– Después de lo que te hizo, debería llamarse idiota — dijo Esteban, pero al ver la mira de tristeza de su hermana continuó hablando– Ya terminé con mis cosas. ¿Quieres irte conmigo o con tu novio? — preguntó Esteban, señalando a Pierre.

— ¡Que no es mi novio! ves lo que haces — dijo Stella señalando a Pierre.

– Ay, el amor, me encanta — dijo Charles, recibiendo así un golpe de Pierre.

– Me voy contigo, Esteban. — Stella y Esteban se dirigieron a su hotel.

– Menos mal que pasabas de ella– dice el monegasco para después irse corriendo

– Y yo soy el que tiene que madurar– a lo lejos se escucha la risa de Charles

Siempre fue el - Pierre GaslyWhere stories live. Discover now