La carrera fue desastrosa para Esteban, parecía que le había caído una lluvia de sanciones, tres en total, y solo logró dar 41 vueltas de 57. Pierre tuvo más suerte, logrando meterse en los puntos en la posición 9 y consiguiendo 2 puntos.
Esteban estaba frustrado y Stella lo sabía muy bien.
– Esteban – Stella era pésima expresándose ante los demás dando consejos, eso no era su estilo, pero con Esteban tenían una tradición cuando él no ganaba iban a una heladería y pedían el sabor de helado que menos les gustaba y si ganaban se daban el gusto de comer sus helados favoritos. – Vamos por helado. ¿Te parece?
Él sonrió. – Vamos por el sabor de la derrota – dijo Esteban. – Después hay una fiesta para celebrar la victoria de Max. No sé si quieres ir.
– Claro que voy, a ver si así levantamos los ánimos.
– ¿Quieres invitar a Pierre a comer helado? – dijo Esteban, y ella lo miró con mala cara. – Digo, es tu novio, ¿no?
– Invítalo si quieres, solo que él quedó en los puntos. Él no comerá helado de la derrota.
– Qué mala eres – dijo él.
Ambos hermanos fueron por sus respectivos helados. Ya se estaba haciendo de noche, entonces tanto Stella como Esteban se comenzaron a preparar.
Arthur había quedado de ir por ella para ir juntos a la fiesta de Max. Aunque a Stella no solía gustarle mucho las fiestas, era momento de disfrutar.
Al llegar, se percató de que algunos pilotos se encontraban ahí Mick, Alex, Lance y Esteban. A lo lejos vio a Charles y a Pierre. Charles la saludaba desde lejos con una sonrisa.
– Oye, Stell, ¿quieres bailar? – le preguntó Mick, a lo que ella asintió.
–Esteban, te van a robar a tu hermanita– , bromeó Lance. Esteban rió ante el comentario de su amigo. Si bien Esteban era algo celoso con su hermana, a Mick lo consideraba parte de su familia y no tenía problemas en que ambos bailaran, daba igual si se lo prohibían Stella siempre hacia lo que queria.
A lo lejos, Charles y Pierre se encontraban hablando.
– Mira, Pierre, te van a quitar la novia – dijo Charles.
– Ya, Charles, no somos novios – dijo Pierre, viendo a Stella y Mick bailando.
Stella y Mick estaban bailando muy pegados y animadamente que no se percataron de que alguien se estaba acercando, nada más que no se encontraba muy animadamente.
– Oye, Stell, quería decirte algo – dijo Mick.
– No te escucho mucho, ¿me lo dices cuando termine la canción? – gritó ella.
Mick estaba por contestar cuando alguien lo empujó y estiró del brazo de Stella.
– Oye, ¿qué te pasa? – dijo Stella.
– No toques a mi novia – dijo Marcos.
– ¿Qué mierda haces tú aquí? Y no soy tu novia – dijo ella enojada.
– ¿Por esto me cambiaste? – dijo Marcos apretándole el brazo – contéstame.
– Marcos, me estás lastimando, ¡sueltame!
– Responde la maldita pregunta. ¿Este es tu supuesto novio?
– ¡Sueltala! – dijo Mick acercándose a Marcos
– ¿Por qué lo haría? ¿Porque tú me lo dices, niñito?
– ¡Que la sueltes, imbécil! – esta vez era Pierre.
– ¿O qué? – preguntó Marcos, así recibiendo un puño en la cara por parte del francés, soltando así a Stella.
– No te vuelvas a acercar a mi novia.– dijo Pierre
– ¿Tu qué? – dijo Mick.
– Después te cuento – dijo Stella en voz baja.
– ¿Qué mierda está pasando acá? Stella, ven – era Esteban – ¿ese es Marcus? Si en definitiva nos vamos.
– Es él verdad, es el idiota de tu hermano quien te dio una mala imagen de mí – dijo Marcos.
Stella se estaba por ir, pero al escuchar cómo llamó Marcos a su hermano, se giró hacia él y le pegó otro puñetazo en el rostro –no vuelvas a referirte de mi hermano de ninguna manera. Si terminamos es porque tú fuiste un maldito idiota, sabes bien lo que hiciste, todo el Internet lo sabe y no voy a volver contigo para ser la cornuda del año. Y sí, él es mi novio – dijo tomando del brazo a Pierre dirigiéndose a la salida. Detrás de ellos estaban Esteban y Mick, este último no comprendía lo que acababa de suceder.
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Siempre fue el - Pierre Gasly
FanfictionStella Ocon, reconocida por su carisma y su actitud encantadora hacia todos, excepto una persona: Pierre Gasly. Desde temprana edad, Stella ha albergado celos hacia él, que con el tiempo se han convertido en un odio que arde como el caucho en la pis...