❝FAMILIA ROSSELIA ────𝘁𝗵𝗲 𝘃𝗶𝗹𝗹𝗮𝗶𝗻'𝘀 𝗲𝗻𝗱 𝗶𝘀 𝗱𝗲𝗮𝘁𝗵✓

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 CUATRO

0 0 4 › 𝐄𝐋 𝐉𝐎𝐕𝐄𝐍 𝐌𝐈𝐒𝐓𝐄𝐑𝐈𝐎𝐒𝐎

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La noticia respecto del hallazgo de la princesa del Ducado Rosselia llegó finalmente a oídos del Duque.
Khaled miró a su esposa y guardó silencio unos instantes.

—¿Por qué ese silencio?— a ella le pareció molesto que no demostrará la misma emoción que todos los demás —Deberías de alegrarte, finalmente la hija que fue robada de está familia va a volver donde pertenece.

—Nurbanu, tu obsesión de encontrar a esa niña me ha parecido tan...única.— la pelinegra solo blanqueó sus ojos ante está insinuación. Sí, no cualquier mujer demostraría esté comportamiento por un hijo bastardo de su relación, pero ella ve más halla de esa infidelidad, ella ve una oportunidad grande y perfecta de hacerse más poderosa —No encuentro la razón para regocijarme acerca del hallazgo de una bastarda.

—Esa bastarda lleva nuestra sangre.— determinó la Duquesa con enfado a su esposo —Es su hija...y mía también.

—¿Qué te hace pensar que ella querrá volver a Argos?— preguntó —Quizás su vida está hecha halla a Eorka eh interferir en ella de repente se la eche a perder.

—¿Una 'vida hecha'?— repreguntó la pelinegra con sarcasmo —Querido esposo— cuando ella hablaba así a Khaled le daba náuseas, no porque sintiera asco de una muestra de afecto así, sino porque sabía perfectamente que ese «querido» de ella era tan falso —esa niña fue raptada de su verdadera familia. Apartada de sus origenes y de sus títulos. Su vida halla no es más que todo un error y tendrá que olvidarse de ella para poder venir a rehacerla aquí.

—¿De dónde nace está necesidad por traer a Beatriz de regreso a Rosselia, Nurbanu?

Ella guardó silencio ahora. Era como está mujer estuviera planeando algo. De ser así, Khaled se interpondría, pero al haber convivido tantos años con ella ¿será que finalmente es capaz de leerla a la perfección sin la necesidad de sus palabras?

—¿Nurbanu?— él cree saber la razón de esa necesidad y la halló con solo ver sus esmeraldas ojos.

—Me retiro.— dijo de repente —Tengo muchas cosas que organizar.— y sin darle tiempo a decir algo más a él, ella se fue de su oficina.

Quedó nuevamente solo.

—Maestro.— un encantador joven, de piel morena y cabellera castaña se acercó hasta el Duque sin antes darle su saludo con una corta y elegante reverencia —Eh oído las noticias— él era Sir Caín. Un joven de procedencia campesina de los extremos del continente Luxor, de un pequeño pueblo azotado por el hambre y la plaga. Alguien que tuvo la suerte por haber sido recogido por el Duque de Rosselia —felicidades por encontrar a su hija.

—No lo hice yo.— dijo tomando desprevenido al chico —Lo hizo Selim.

—El joven maestro realizó una tarea eficaz.— comentó —Es motivo para celebración.

—¿Motivo para celebrar?— una corta risa emitió antes de seguir con sus deberes —Sí, quizás valga la pena que esa pequeña regrese a casa.

Los pasos de la Duquesa era fuertes y podían oírse debido al vacío de aquel pasillo. ¿Cuánto tiempo fue el que ella no caminaba por allí? Había olvidado lo luminoso que era esté lugar.

—Gran Duquesa.— una joven sirvienta llegó hasta estar a su lado —¿Requiere de nuestra ayuda?

—Tengo que hacer esto yo sola.— y dicho esto, la joven sirvienta se detuvo en medio camino para dejar que la señora continuará sola.
La observó con preocupación. ¿Sería correcto dejarla ir sola hasta ese lugar?