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CON MANOS AGILES Y PRECISAS, Killua envolvía cuidadosamente el tobillo de Yuri el cual se encontraba con un leve raspón.
Dos días era lo que se habían tardado en llegar al famoso examen de cazador, y aunque es verdad que dos días no es nada comparado a lo que demoraría una persona normal en llegar, Killua pensaba con toda seguridad que si hubiera seguido su camino en soledad, abría llegado más rápidamente a ese lugar.
Yuri por su parte, había observado con total asombro la habilidad que tenía Killua para pasar sobre los problemas y distracciones como si no fueran la gran cosa. Se preguntaba qué tipo de vida debía de ver llevado el albino para pensar en escapar, pero prefería simplemente no preguntárselo y solamente hablarle de cosas triviales y simples.
A Killua parecía no molestarle el hecho de que la castaña no supiera mantener la boca cerrada, al contrario de eso, le era bastante gratificante el hecho de poder estar compartiendo con alguien de su misma edad.
— Realmente eres torpe — Susurró — Tanto que pensé en dejarte atrás.
Rápidamente Yuri dirigió su vista hacia el albino el cual parecía ya estar terminando de vendar su tobillo.
Era cierto que Killua tuvo muchas oportunidades de dejarla atrás y continuar, pero aún así el chico nunca pareció dudar en esperarla cada vez que se retrasaba.
Una sonrisa juguetona se formó en los labios de Yuri al recordar eso.
— Pero no lo hiciste — respondió — pudiste dejarme ahí pero no lo hiciste, realmente eres muy amable, Killua.
Con sorpresa un leve rubor se hizo presente en sus mejillas.
— ¡Claro que no! ¡Pero si vuelves a retrasarte no dudaré en dejarte atrás! — Le advirtiócon molestia mientras Yuri simplemente sonreía en señal de respuesta.
Ambos jóvenes se dieron cuenta de cómo el elevador se detenía y un pequeño ruido de campana les indicaba que ya habían llegado.
Estirando levemente sus brazos, Yuri se levantó de su silla para luego observar junto a Killua como las puertas se abrían. El lugar parecía tener una cantidad moderada de gente y la mayor parte de ellos había volteado solo para ver a los recién llegados.
