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Muchos siglos atrás, en lo que la civilización actual hace llamar Edad Media, tuvo lugar esta historia. Pasen, escuchen con atención y tomen nota de la lección que van a recibir el día de hoy.
En el Oriente medio, lo que ahora llaman Asia central, más concretamente en el actual Turkmenistán, una familia lloraba la muerte de Arastoo, el padre, esposo y cabeza de familia. La viuda madre, Myakhri, se preguntaba entre lágrimas cómo iban a sobrevivir y a llevar la familia ahora que su marido no estaba...Pero no he llegado aquí para enunciar eso el día de hoy.
Esta pareja tenía dos hermosos hijos: Begench y Dzhenneta; él era un tacaño rebelde sin causa ni camino mientras que ella era una hermosa muchacha a la cual las acciones de su hermano le parecían infantiles y lo que buscaba era ser feliz y formar una familia.
Cuando fueron a escuchar el testamento,todos se sorprendieron a la hora del reparto del dinero entre los hijos, pues no era el común ya que rezaba lo siguiente: ''Quiero que mis dos hijos, Begench y Dzhenneta, sean llevados al desierto de Karakum con una escasa cantidad de víveres y aparten sus diferencias para subsistir durante 5 días.Si ambos regresan, el dinero se repartirá de manera equitativa y si solo regresa uno, este se quedara todo''. La madre, asustada por mandarlos, hasta se pensó otra manera de repartirse el dinero, pero finalmente tomó la decisión de cumplir los deseos de su difunto esposo.
Llegado el día en el que el desafío comenzaba, esta decidió hacer trampas, pues conociendo la mezquindad de su hijo y el embarazo de su hija, tomó la decisión de darle más víveres a ella, aun dándole ventajas frente a su hermano.
Estando ya en el desierto de Karakum, según pasaban los días,él siempre quedaba sin saciar mientras que ella quedaba saciada y hasta le sobraban alimentos. Razón por la cual a Begench le comenzó a carcomer internamente la codicia con la falsa lógica de que debería comer más) el que su hermana sin dejar de lado la ruindad ya existente en él .Todo esto, junto con el extremo calor, le llevó a sacar sus dagas de la bolsa y atacar a su hermana. Ella comenzó a correr instintivamente buscando su supervivencia y la de su futuro hijo, mientras que él) la seguía velozmente, con las armas preparadas y lleno de cólera y sordidez ,con la única misión de herir o matar a su hermana con tal de llevarse el dinero y gastarlo probablemente en damas de compañía y fiestas).Llegó un punto en el que, al borde de un precipicio ,la alcanzó .Se acercó a ella lo justo como para matarla, pero, en el último instante en el que decidía si su hermana vivía o moría, él tomó la rápida decisión de matarla.
Justo en los últimos instantes de vida de Dzhenneta, se les apareció a ambos un dios: este lo había visto todo y decidió salvarla a ella, aunque desgraciadamente no pudo salvar al hijo que esperaba, y que él muriera consumido en el hambre y la codicia.
— Madre, mi hermano estuvo a punto de matarme y mató a mi hijo, pero se tornaron las cosas y me salve —dijo Dzhenneta entre lágrimas. — Querida, todo es tuyo ahora. La voluntad de tu padre se cumplirá y yo misma me encargare de que sanes. Lo siento mucho —respondió su madre entre sollozos mientras la abrazaba.
Y por eso niñas y niños, damas y caballeros, deberían valorar más a su familia y su futuro que sus impulsos de tener poder. Porque te pueden llevar hasta el borde de la muerte, alejarte de aquellos a los que quieres y, por ende, quedarte solo en tu miseria. Y lo digo desde ya por experiencia propia, no es algo bonito de pasar.
Y si en un desgraciado caso llegas a morir carcomido por el poder, te aseguro desde ya que es una muerte dolorosa en todos los sentidos, sobre todo el mental, pues mueres solo y triste.
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